En muchas partes del mundo, existen deportistas que han llegado a triunfar gracias a su esfuerzo, perseverancia y dedicación. Algunos han logrado llenarse de gloria y han llegado a tocar el cielo después de tanto batallar, pero así mismo no han sabido manejar esos instantes de fama, cayendo en abismos de los que resulta difícil salir.
Uno de los que en la actualidad está protagonizando un caso de esto es nada más que el exitoso nadador estadounidense Michael Phelps, quien después de romper varias marcas mundiales como lo hizo en los Juegos Olímpicos de Beijing, donde logró 8 y superó a su compatriota Mark Spitz, ahora se vio envuelto en un bochornoso escándalo luego que se le viera consumiendo droga.
El tritón, ídolo de muchos niños y jóvenes en todo el mundo, fue fotografiado por un tabloide británico cuando fumaba una pipa de marihuana. Después de la publicación, el nadador se disculpó y reconoció haber incurrido en una conducta "lamentable" y en una "mala decisión"; por lo tanto, no cuestionó la autenticidad de la imagen que publicó el tabloide News of the World y que según dijo, fue tomada en noviembre durante una fiesta estudiantil en una gira en que visitó la Universidad de Carolina del Sur.
Lo cierto es que Phelps fue disculpado por sus patrocinadores, y tampoco fue castigado por la Agencia Mundial Antidopaje, ya que el reglamento de la misma establece que un atleta sólo puede ser sancionado si sale positivo en controles realizados en competencias, y en su caso, la fiesta tuvo lugar casi tres meses después de Beijing, mientras él se tomaba un largo descanso.
Pero... ¿Qué hay detrás de este exitoso nadador que con 23 años se ha colgado un sinfín de medallas?
Según se cuenta en su biografía, Phelps nació en Baltimore (EEUU) en 1985, en el seno de una familia de clase media apasionada del deporte y tiene una hermana mayor que llegó a ser campeona de natación de Estados Unidos en 1994. Aprendió a nadar a los siete años, después de haber superado su miedo al agua, y pronto comenzó a pasar gran parte del tiempo en la piscina, lugar predilecto para refugiarse de las discusiones de sus padres, que finalmente acabaron divorciándose.
A los nueve años le diagnosticaron un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, caracterizado por tener muchísima energía y por padecer problemas de concentración, lo que le causaba serias dificultades escolares.
Fue así como la natación se convirtió entonces en una forma perfecta para canalizar toda esa energía y centrar su atención en algo que realmente le gustara. A los once años, esta "estrella" de la natación fue descubierta por Bob Bowman, un importante cazador de talentos que, al percatarse de sus increíbles habilidades, no lo dejó escapar.
Se inició así una relación que continúa actualmente, hasta el punto de que Bowman se ha convertido en un segundo padre para Phelps, debido en gran medida al poco contacto que tiene el nadador con su padre biológico.
SU ORGANISMO
Phelps tiene un metabolismo acelerado ya que quema 1.000 calorías en una hora de ejercicio, motivo por el que sigue una dieta compuesta de cantidades ingentes de pasta, huevos fritos, pizzas, pan y demás carbohidratos que le faciliten la energía necesaria para llevar a cabo sus entrenamientos y competiciones.
En los últimos seis años, no ha dejado de entrenar más de cinco días, y tan solo se relaja por ratos jugando al fútbol y al baloncesto con sus amigos.
SU PERFIL SOLIDARIO
El joven nadador también se dedica a obras benéficas, destinando parte de sus ingresos a los más necesitados y colaborando como voluntario en un centro médico infantil.
SU VIDA PERSONAL
No se le conoce ningún noviazgo serio, aunque circulan rumores que le relacionan con la nadadora Amanda Beard y con la modelo Lily Donaldson. Sin embargo, en varias ocasiones ha reiterado que no tiene novia.
MICHAEL PHELPS
Tiene un físico imponente y sus brazos abiertos miden 2'04 metros. Entrena 5 horas al día y nada 80 km a la semana, para lo que necesita ingerir 7.000 calorías diarias.