Fue un sueño hecho realidad. Amílcar Henríquez se sentía en las nubes, luego de haber convertido el último penal que le dio el triunfo a Panamá sobre Costa Rica en la final de la Copa de Naciones 2009.
"Fue el gol de mi vida. Este momento jamás lo olvidaré, porque le di a Panamá su primer título en la Copa de Naciones", dijo Amílcar, quien después de anotar el tanto se saltó una valla publicitaria para celebrar.
"Cuando anoté, lo primero que se me ocurrió fue celebrar con los panameños que estaban en las gradas. Fue emocionante e inolvidable", dijo el volante de recuperación de la Selección Nacional, quien esta semana estará viajando a Colombia para unirse al Atlético Huila.