Hay un refrán que dice: "Al César lo que es del César", y este, sin lugar a dudas, le cae al pie de la letra al señor Gary Stempel.
Una vez más tengo que reiterarles mis respetos "Mister" Stempel, porque lo que usted hizo y logró el domingo en Honduras de verdad que no tiene precio.
Fui una de las que cuestionó duramente al equipo tras la goleada que le propinó Costa Rica en ese primer partido, pero es que en verdad allí no respondieron, y creo que usted y los muchachos lo saben muy bien.
Me alegra que las críticas no hayan sido en vano, pues creo que eso fue lo que de una u otra forma motivó al equipo a sacar esa garra y demostrar lo que tenía en los consecuentes partidos frente a Guatemala, Honduras y los propios "ticos".
Hoy, usted, el equipo y todo Panamá celebra, y eso hay que agradecerlo, pues también debemos tomar en cuenta las precarias condiciones de infraestructura que existen en el país, así como la situación personal que atraviesan muchos de estos jóvenes futbolistas en su afán de llegar a triunfar en este difícil y exigente deporte.
Lo que más me alegra es que haya sido un panameño el que logró esta hazaña para el país, el mismo que se llevó el honor de ser el primero en clasificarnos a un mundial de fútbol, así haya sido de la categoría sub-20. Esto, señores, demuestra que en Panamá hay talento.
