Vladimir Bertiaga

“Aún así... vale la pena ser árbitro”


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Bertiaga actualmente es el encargado del estadio “Cascarita” Tapia.

Foto: Levi Cruz

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    Bertiaga actualmente es el encargado del estadio “Cascarita” Tapia.

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Víctor Bárcenas - DIAaDIA

Mucho se ha hablado del arbitraje panameño en los últimos días, y más aún, luego del choque del martes entre Sporting y Árabe Unido, en donde el juez central del compromiso, Wenceslao Sánchez, expulsó a cuatro jugadores del “Expreso”, en menos de diez minutos.

Para conocer la realidad del arbitraje nacional, DIAaDIA se contactó con uno de los silbantes de mayor prestigio a nivel del área, hablamos de Vladimir Bertiaga, expresidente de la Comisión Arbitral de Panamá.

Bertiaga dejó claro que el arbitraje panameño “no está en crisis” y explicó que “lo que sucede es que los técnicos tienen sus problemas personales y se los tiran a los árbitros”.

Si usted dice que no hay crisis en el arbitraje nacional, ¿entonces que está sucediendo?

“No hay crisis, porque si te das cuenta, esta es apenas la tercera fecha de la LPF y han salido árbitros jóvenes. Estamos en un proceso de formación, porque un buen árbitro no sale de la noche a la mañana”.

Entonces, ¿por qué cree que siempre culpan a los árbitros?

“Lo que pasa es que los técnicos tienen sus problemas personales y se los tiran a los árbitros. Ellos (los árbitros) no son los que hacen los goles, ni dan los pases para gol, el árbitro no hace eso”.

¿Se es justo con los árbitros panameños?

“La verdad, creo que no. En el arbitraje no se gana una millonada, lo que pasa es que a los muchachos les gusta pitar. Nadie quiere venir a que le insulten a su madre en un estadio de fútbol, pero ellos están haciendo un trabajo porque les gusta”.

¿Se sienten intimidados los árbitros cuando les gritan insultos?

“El que va a hacer algo lo hace en el momento, ya después nadie hace nada. Yo, que pité partidos internacionales, le digo a los jóvenes que aquí no se ven muchas cosas. Afuera te tiran monedas, piedras, orine y otras cosas. Un estadio en donde haya más de mil personas, eso sí intimida”.

¿Por qué no hay suficientes árbitros en Panamá?

“Pocos quieren escoger esta carrera y más porque del arbitraje no se puede vivir. Muchos inician, pero abandonan por que tienen mejores opciones de trabajo con mejores salarios, y hay oportunidades que no se pueden dejar pasar”.

¿Cree usted que la tecnología pueda ayudar al arbitraje en el fútbol?

“La tecnología es muy importante, pero no funcionaría del todo en el arbitraje. El fútbol es un deporte de pasión y la tecnología puede matar esa pasión. Las polémicas son parte de este deporte”.

¿Existe algún tipo de sanción para los árbitros que tengan un mal desempeño?

“Para que un silbante reciba un castigo tiene que violar una de las 17 normas del arbitraje panameño. Las sanciones van desde un partido, o un año, dependiendo de la falta en que halla incurrido, pero estas no se hacen públicas; se manejan internamente. Aparte de eso también se le sanciona por su inasistencia a los entrenamientos, a la llegada al estadio, todas esas cosas las incluye la disciplina arbitral”.

¿Cómo llega un árbitro a la LPF?

“A los colegiados se les hace un seguimiento desde que están pitando ligas recreativas y, dependiendo del desempeño que tengan, van escalando de categoría”.

¿Del 1 al 10, como califica usted el nivel del arbitraje panameño?

“Calificaré del 1 al 9, por que el 10 es perfecto y aun no he visto un arbitraje perfecto. El nivel del arbitraje panameño, en mi opinión es de 8”.

Para terminar, el réferi hizo un llamado: “hay que darle tiempo al arbitraje y se darán cuenta de que está evolucionando” y afirmó que nunca se arrepentirá de haber sido árbitro. “Claro que vale la pena ser árbitro, porque es emocionante cuando tú vas a representar a tu país con un gafete FIFA”.

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