Secuelas del cierre


Cerrar!

El cierre de la Interamericana ha causado grandes pérdidas económicas.

  • Secuelas del cierre

    El cierre de la Interamericana ha causado grandes pérdidas económicas.

  • Secuelas del cierre

    “Hemos caminado largas horas, sufro de diabetes, las medicinas se me acabaron. Mi familia me espera”.

    Jessy Díaz

  • Secuelas del cierre

    “Nos estamos quedando sin agua, cuento con medio litro y el sol se pone más fuerte. Estoy deshidratado”.

    Juan Espinoza

  • Secuelas del cierre

    Hay personas que han llegado aquí y me han dicho que no cuentan con dinero. Les brindo un plato de comida”.

    Sandra Serracín

  • Secuelas del cierre

    Hasta los turistas han pasado por el trauma causado por el tranque.

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    “Hemos caminado largas horas, sufro de diabetes, las medicinas se me acabaron. Mi familia me espera”.

    Jessy Díaz

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    “Nos estamos quedando sin agua, cuento con medio litro y el sol se pone más fuerte. Estoy deshidratado”.

    Juan Espinoza

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    Hay personas que han llegado aquí y me han dicho que no cuentan con dinero. Les brindo un plato de comida”.

    Sandra Serracín

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    Hasta los turistas han pasado por el trauma causado por el tranque.

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    “Hemos caminado largas horas, sufro de diabetes, las medicinas se me acabaron. Mi familia me espera”.

    Jessy Díaz

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    “Nos estamos quedando sin agua, cuento con medio litro y el sol se pone más fuerte. Estoy deshidratado”.

    Juan Espinoza

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    Hay personas que han llegado aquí y me han dicho que no cuentan con dinero. Les brindo un plato de comida”.

    Sandra Serracín

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    Hasta los turistas han pasado por el trauma causado por el tranque.

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    El cierre de la Interamericana ha causado grandes pérdidas económicas.

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    “Hemos caminado largas horas, sufro de diabetes, las medicinas se me acabaron. Mi familia me espera”.

    Jessy Díaz

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    “Nos estamos quedando sin agua, cuento con medio litro y el sol se pone más fuerte. Estoy deshidratado”.

    Juan Espinoza

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    Hay personas que han llegado aquí y me han dicho que no cuentan con dinero. Les brindo un plato de comida”.

    Sandra Serracín

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    Hasta los turistas han pasado por el trauma causado por el tranque.

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    “Hemos caminado largas horas, sufro de diabetes, las medicinas se me acabaron. Mi familia me espera”.

    Jessy Díaz

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    “Nos estamos quedando sin agua, cuento con medio litro y el sol se pone más fuerte. Estoy deshidratado”.

    Juan Espinoza

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    Hay personas que han llegado aquí y me han dicho que no cuentan con dinero. Les brindo un plato de comida”.

    Sandra Serracín

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    Hasta los turistas han pasado por el trauma causado por el tranque.

Mayra Madrid / Chiriquí - DIAaDIA

Más allá de las cuantiosas pérdidas económicas que ha causado el cierre por los indígenas de la comarca Ngäbe-Buglé, las afectaciones físicas y psicológicas en las personas han sido de enormes proporciones.

La falta de alimentos, agua y un lugar donde realizar sus necesidades fisiológicas, aunadas al inclemente sol que se deja sentir sobre el distrito de San Félix, ha provocado molestias.

Turistas en el tranque

Jessy Díaz de origen costarricense y quien formaba parte de un grupo de aproximadamente 16 turistas, que se encontraban de regreso a sus respectivos países, cuando quedaron atrapados en el tranque vehicular a la altura del distrito de Tolé, desde este martes, señaló su descontento por lo que se vive.

“Llegamos a Panamá hace más de una semana, en un viaje de turismo, para realizar compras y una vez nos disponíamos a regresar en un tica-bus, nos encontramos con la situación, pero lamentablemente no son los indígenas los culpables, ¿dónde está el presidente de Panamá?. Esto es una vergüenza; es mi primera vez en Panamá y que lastima, me llevo una mala imagen. Los teléfonos están descargados, de continuar aquí me sacarán en una ambulancia por mi padecimiento. Hemos venido de trasbordo en trasbordo, las piernas ya no las aguanto de caminar”, reveló.

Conductor de articulado

Otro caso para reflexionar es el de Juan Espinoza, conductor de un vehículo articulado, quien al momento del tranque se trasladaba con más de ocho mil libras de pescado. Le representa una pérdida de 25 mil dólares. Todo no termina allí, porque manifestó sentirse desesperado por la situación.

“No tenemos un lugar donde realizar nuestras necesidades. No hay alimentos y el gobierno brilla por su ausencia. Apoyamos a los indígenas porque están peleando sus derechos, pero a nuestro presidente parece no importarle, ya no aguanto esto. De esto vivo y le llevo el pan a mi familia, aquí parado no hago nada ”, manifestó Espinoza.

Algunas personas han tomado la iniciativa de dirigirse a ríos y quebradas, las cuales se encuentra a pocos metros del cruce de donde se realizan las protestas para bañarse, así como la gran cantidad de maleza en el lugar les permite a éstas efectuar su necesidades fisiológicas.

Acostados en cartones a orillas de la vía, otros en sus respectivos autos y qué decir de algunos hasta en hamacas improvisadas pasan el transcurrir de las horas, las cuales para ellos es el inicio de una larga jornada.

Aprovecha la oportunidad

Por su parte, Sandra Serracín, residente de San Félix, se ha dedicado durante cuatro días de protestas a la venta de comida. Económicamente no le ha ido mal, para ella más que un negocio, esto representa la oportunidad de que las personas puedan alimentarse.

“Si bien es cierto, la venta de comida es un negocio, pero para ellos es el único lugar hasta el momento más cercano que tienen para alimentarse. Además en varias ocasiones le permito entrar a mi casa para que usen los baños. La situación que atraviesan es bastante difícil”, indicó.

Al día alrededor de unas 100 personas llegan hasta la residencia de Sandra en busca de alimentos.

 
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