Mi hermano, de solo 28 años, fue al médico y lo hospitalizaron por un cuadro de alteraciones en los electrolitos sanguíneos y aumento de la creatinina, le dijeron que era falla renal y que lo iban a referir a un nefrólogo para que evaluase la causa, pero que quizá con el tiempo iba a requerir diálisis y hasta un trasplante renal. ¿Cómo le pudo pasar eso a mi hermano? Él era tan saludable.
Los pacientes con enfermedad renal crónica sufren de aterosclerosis acelerada y tienen incidencia más alta de enfermedades cardiovasculares, anemia o pericarditis de mal pronóstico. Los síntomas de un deterioro de la función renal son inespecíficos y pueden incluir fatiga, anorexia (pérdida de apetito), pérdida de peso, picazón, náuseas o vómitos, hipertensión, alteraciones en la orina (poliuria, nicturia, hematuria) o edema. Puede haber insomnio, calambres, picazón, palidez cutánea, miopatía (afectación muscular) proximal, dismenorrea y/o amenorrea, atrofia testicular, impotencia, déficit cognitivos o de atención, confusión, somnolencia, obnubilación y coma. A menudo, la enfermedad renal crónica se diagnostica como resultado de un aumento en la creatinina del plasma sanguíneo, como en el caso de tu hermano o como parte del control de personas con presión arterial alta, diabetes o aquellas con parientes con enfermedad renal crónica.
Las causas más comunes de enfermedad renal crónica son la nefropatía diabética, hipertensión arterial, y glomerulonefritis. Juntas, causan aproximadamente el 75% de todos los casos en adultos. Muchas otras enfermedades y afecciones pueden dañar los riñones, entre ellas: Trastornos autoinmunitarios (como lupus eritematoso sistémico y esclerodermia), anomalías congénitas de los riñones (como la poliquistosis renal), lesiones o traumatismos, cálculos renales e infecciones, problemas con las arterias que llevan a los riñones o que están dentro de éstos, algunos analgésicos y otros medicamentos (como aquellos para el cáncer) y nefropatía por reflujo (en la cual los riñones se dañan por el flujo retrógrado de orina hacia ellos). En nuestro país, la intoxicación crónica por plaguicidas, el envenenamiento por dietilenglicol también son causas de enfermedad renal crónica. En la práctica clínica, la mayoría de las nefropatías progresan lentamente hacia la pérdida definitiva de la función renal, por eso, desde el momento del diagnóstico el médico de tu hermano lo orientó sobre la desagradable evolución.
A medida que la función del riñón disminuye, la presión arterial aumenta, debido a la sobrecarga de líquidos y a la producción de hormonas vasoactivas que conducen a hipertensión y a insuficiencia cardíaca congestiva. La urea se acumula, conduciendo a la azoemia y en última instancia a la uremia (los síntomas van desde el letargo a la pericarditis y a la encefalopatía). El potasio se acumula en la sangre (lo que se conoce como hiperpotasemia), con síntomas que van desde malestar general hasta incluso arritmias cardiacas fatales. Se disminuye la síntesis de eritropoyetina (conduciendo a la anemia y causando fatiga). Se da sobrecarga de volumen de líquido, los síntomas van desde edema suave al edema agudo de pulmón, peligroso para la vida. La hiperfosfatemia, debido a la retención de fosfato que conlleva a la hipocalcemia (asociado además con la deficiencia de vitamina D3) y al hiperparatiroidismo secundario, que conduce a la osteoporosis renal, osteítis fibrosa y a la calcificación vascular. La acidosis metabólica, debido a la generación disminuida de bicarbonato por el riñón, conduce a respiración incómoda y después al empeoramiento de la salud de los huesos.
Como ves, la enfermedad renal afecta todo el sistema, y quien la padece deberá cuidar mucho su estilo de vida y modificar lo que ingiere (agua, medicamentos y alimentos) y lo que hace (actividad física, exposición a la deshidratación).
El control de la presión arterial retrasará un mayor daño al riñón. No se debe fumar. Es recomendable consumir comidas bajas en grasa y colesterol, hacer ejercicio regularmente (hable con el médico o enfermera antes de empezar). Tomar medicamentos para bajar el colesterol, si es necesario. Por otro lado, se debe mantener el azúcar en la sangre bajo control, evitar ingerir demasiada sal o potasio. Siempre hable con el nefrólogo antes de tomar cualquier medicamento de venta libre, vitamina o suplemento herbario. Cerciórese de que todos los médicos que usted visita sepan que padece enfermedad renal crónica. Puede ser necesario limitar la ingesta de líquidos.
El médico le puede recomendar una dieta baja en proteínas. Es posible que tenga que restringir la sal, el potasio, el fósforo y otros electrólitos. Es importante obtener suficientes calorías si está bajando de peso.