!Llegó la pesá de nance, llegó, llegó!. Esta es parte de las consignas que utiliza Tomás para mercadear su producto.
Tomás García es uno de esos tantos panameños que cuando pasa un gobierno, siempre pierden su empleo.
"Estaba en un momento difícil, sin trabajo, y mi hijo se puso a recoger nances donde unos vecinos; recogió como un galón que lo usamos para hacer pesá", explicó.
"Nos pusimos manos a la obra, la hicimos y nos quedó bastante pura, y más demoramos en hacerla que en venderla, y desde ese día, hace cinco años, que me dedico hacer pesá de nance".
Comencó a vender a pie, en bandejas, por el vecindario y vio que la demanda era buena, y como tenía la motocicleta, la adecuó bien, montó su cooler y empezó a recorrer la ciudad.
Tanto es su éxito, que en los ministerios y locales comerciales están sus mejores clientes, destacó el vendedor informal.
EN LA PUERTA DE SU CASA
"Me ha ido tan bien, que tengo clientes en todos lados, hago servicio a domicilio, tengo una fonda en la entrada de Los Andes, que se llama "Mi Piquera", donde todo el que desee puede ir a disfrutar de la pesá de nance", expresó.
Durante el año utiliza de 285 a 300 tanques de cinco galones de nance y un total de 250 libras de queso blanco por semana. Hasta ahora nunca ha tenido una queja de parte de ningún cliente y se siente muy satisfecho de su trabajo.
No sólo vende pesá de nance por vasitos en la calle, sino también para revender o para alguna fiesta, y pueden solicitársela a los teléfonos 267-8518, 267-2622 ó 6632-7557.
CONSERVA
Para cuando no hay cosecha, conserva los nances con agua caliente y miel de caña, y los tapa herméticamente.
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