Una vez más, el pueblo se unió para festejar, a pesar de tantas limitaciones.
¿Cuál es la razón de dicho jolgorio? Se trata de la fiesta patronal de Campana, en honor a la Virgen de La Candelaria, la cual durante nueve días congregó en aquella fría capilla, que clamaba por una mano de pintura y cambios en su sistema de electrificación, a los fieles parroquianos que veneran esa imagen.
Pero eso no es todo, pues hay un cúmulo de necesidades, entre ellas, las bancas y sus reclinatorios que han sido invadidos por la polilla y el paso de los años.
Las personas solidarias no faltaron y el entusiasmo por alcanzar cambios, tampoco. Algunos en el anonimato aportaron, pero vale la pena destacar la iniciativa de los jóvenes que, dentro de sus posibilidades, se las ingeniaron para decorar el parque y la capilla con pencas y madera de las áreas verdes y otras extraídas de la orilla del río "El Pipero".
DE BOTE EN BOTE
En la misa solemne del pasado 2 de febrero, día en que la Iglesia Católica celebra la Presentación del Niño Jesús al Templo y cuya imagen es patrona de Campana, no cabía el clásico alfiler. Fue el momento propicio para que el párroco José Antonio Cruz, exhortara a los fieles a ser cristianos comprometidos y no sólo de fiestas patronales.
EL JOLGORIO
Una vez pasó la misa, se inició la presentación de bailes típicos de grupos de proyecciones folclóricas de varios corregimientos del distrito de Capira. Uno de los eventos que más llamó la atención fue la comedia "Ceniciento", versión masculina del cuento de la "Cenicienta", acto que presentó el grupo juvenil "N@ve", el anfitrión.
Este año los temas que se reflexionaron durante los nueve días de preparación para esta solemnidad, fueron una especie de rediografía local del corregimiento para conocer cuáles son las fallas y virtudes que caracterizan este pueblo.
ESPECIAL
A la medianoche del 2 de febrero, hubo cantos y entre los devotos compartieron el tradicional pan con chocolate.
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