Una vida de entrega al servicio de la juventud con sus recetas llenas de amor, fue la de doña Alejandra Barría, quien durante 27 años trabajó en la cocina del Encuentro Nacional de Renovación Juvenil en Chitré.
Antes de morir, doña Alejandra le encargó a su hija Yolanda Noriega, que siguiera con esta misión de servicio a los jóvenes y le pidió que consiguiera otras buenas cocineras para que atendieran a los muchachos en su ausencia.
Yolanda relató que ahora entiende que su mamá la estaba preparando, para que fuera su sucesora en la cocina del encuentro.
La señora Yolanda manifestó que ella recibió esta herencia de su madre con mucha alegría, porque sabe que es un trabajo que vale el esfuerzo y el sacrifico, tomando en cuenta que los jóvenes son muy importantes para Dios.
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