Las esposas de Vicente Mosquera y Celestino Caballero abren su corazón a Panamá

Amor incondicional


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Yasneiry junto a su hermano Vicente Jr. Foto: Anayansi Gamez

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    Yasneiry junto a su hermano Vicente Jr. Foto: Anayansi Gamez

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    Dios, sus hijos y su esposo hacen que Mitzelda sea una mujer aguerrida y valiente. Foto: Anayansi Gamez

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    Ligia de Mosquera siempre es protegida por su amado esposo.

    Foto: Anayansi Gamez

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    Mitzelda de Caballero recibe el amor de su esposo diariamente. Foto: Anayansi Gamez

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    Vicente “El Loco” Mosquera (dcha.) derrotó en su último combate al dominicano Francisco Contreras. Foto: Noriel Gutiérrez.

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    Celestino “Pelenchín” Caballero golpea al nipón Satoshi Hosono (izq.), en Japón. Foto: Archivo

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    Ligia encuentra su felicidad en la sonrisa de sus hijos y esposo.

    Foto: Noriel Gutierrez

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    Los herederos de “Pelenchín”: Yereiska (izq.), Jaik y Yareiska. Foto: Cortesía

Enyoline Barría - DIAaDIA

Siempre están pendiente de las necesidades de sus esposos y más cuando están siendo agredidos por un oponente que los quiere acabar.

En aquel momento de agresión se aferran al Todopoderoso, su mejor aliado en la vida, para que les dé fuerza y voz de aliento y así poder animar desde afuera del tinglado al hombre con quien decidieron pasar el resto de sus días.

Ligia Elena de Mosquera y Mitzelda de Caballero son dos mujeres que comparten un sentimiento, que cualquier mujer no podría resistir.

Ambas panameñas son esposas de dos grandes hijos del boxeo istmeño: Vicente “El Loco” Mosquera y Celestino “Pelenchín” Caballero.

La señora de Mosquera explicó a este medio que no es fácil ser la cónyuge de un pugilista, ya que es “horrible” ver cómo golpean a su compañero de vida.

“Es difícil, la verdad es que no sé cómo soporto ver que golpean a mi esposo”, manifestó.

Ligia, con lágrimas recorriendo su rostro, confesó que una de las partes más complicadas es cuando Vicente está tratando de hacer el peso pactado para una contienda, ya que él se tiene que restringir de ciertas cosas.

“Son tantas cosas por lo que los boxeadores pasan. Este deporte es difícil, pero le digo ‘este fue el trabajo que elegiste y por ello tienes que cumplir’. Pero siempre estoy con él al 200%”, comentó.

Ya son siete años (cuatro de casados) de permanecer al lado de Mosquera, y aún así los nervios todavía se apoderan de Ligia, quien asegura que cuando conoció a “El Loco” y este le explicó el trabajo con el que se ganaba la vida, nunca pensó sentir la sensación que hasta el sol de hoy percibe al ver en riesgo la vida del padre de sus dos más grandes tesoros, sus dos hijos, Yasneiry, de cinco años, y Vicente Eduardo Mosquera, de un año y tres meses.

Yasneiry, la pequeña princesa de papá, es la fanática número uno de quien fue campeón del mundo, reveló Ligia. “Yasneiry siempre me dice ‘mamá, quiero ver la pelea de mi papá’. Ella es su fanática número uno y antes de que Vicente suba a pelear ella continuamente le dice ‘papá, acuérdate de noquearlo’”, agregó.

La señora de Caballero

Mitzelda, quien está unida con “Pelenchín” Caballero desde hace 20 años (siete de casados), es atacada por los nervios cuando el progenitor de sus retoños entra al cuadrilátero para llevar a cabo un combate.

Pero a pesar de que el frenesí se apodera de su ser, Mitzelda, mejor conocida como “Sissy”, ratifica que toda intranquilidad se le quita cuando empieza a animar a su esposo desde la esquina.

“Estoy muy orgullosa de ‘Pelenchín’ porque recuerdo que cuando lo conocí él me comentó que quería ser boxeador, pero a él le gustaba mucho beber y yo le decía que en esa dirección no iba a lograr nada. Lo retaba y mira ahora... Él ha logrado muchas cosas, ya que su fe es muy grande, y lo respeto y admiro porque la verdad no pensé que iba a lograr lo que hoy en día ha logrado. ‘Pelenchín’ es de esos hombres que cuando quiere algo lo consigue y eso lo admiro”, precisó.

Al igual que Ligia, “Sissy” concuerda en que para convertirse en la esposa de un boxeador primero hay que vestirse de valentía y coraje porque no es fácil.

“Lo más difícil para mí era cuando ‘Pelenchín’ se iba de viaje a entrenar a Las Vegas, me ponía a llorar y todo; pero ya no lo es tanto, porque sé que lo hace por el bien de nuestros hijos, quienes son los que me consuelan y me hacen compañía”, comentó.

La señora de Caballero es madre de tres jóvenes que admiran y apoyan en cada una de las decisiones que toma su padre. Ellos son Jaik, de 15 años, Yereiska, de 14 años, y Yareiska Caballero, de 12 años.

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