Respetar las ideas ajenas. Allí radica la convivencia pacífica. Nadie tiene la verdad absoluta, porque ésta tiene siempre dos caras.
Quien crea que se las sabe de todas todas, es justamente aquél que no sabe nada de nada. Cuando el gusanito de la soberbia penetre tu corazón, recuerda que es necio quien cree saberlo todo. En realidad, cuando éste cree que tiene todas las respuestas, es cuando se cambiaron todas las preguntas.
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