Los ricos platillos de Dilcia Castrellón de Sánchez, de Calle 27 de El Chorrillo, llegan hasta la Corte Suprema de Justicia, pues su sazón es única.

Dilcia, quien desde hace 10 años abrió su puesto de venta de comida, no ha dejado de vender un solo día. "Yo vendo todos los días, porque los clientes no me dan chance. Dicen que mi pescado es el más delicioso", afirmó.

Los siete días de la semana, usted puede comprar el plato que se le antoje. Desde las once de la mañana, todo está listo.

La señora Dilcia contó que primero se dedicaba a la venta de comidas criollas, como sopas, arroz y ensaladas, pero muchos decidieron imitarla y ella simplemente decidió cambiar: "a mí me gusta hacer cosas diferentes".

Con su trabajo, ha logrado mantener su hogar e, incluso, hacer mejoras. Para que sus clientes estén más cómodos, Dilcia ha cerrado su terraza y ha ubicado mesas y sillas para que coman tranquilamente. También tiene una mesita a orilla de calle para quienes van de paso.

Para ella, lo más importante es el trabajo honrado. "Yo le digo a todos que traten siempre de solucionar sus problemas, de cualquier cosa uno puede trabajar, menos robar. Aquí vienen clientes que me piden a alguien para que les lave los carros y yo llamo a los muchachos de por aquí", aconsejó.

CLIENTES

Periodistas, abogados y hasta magistrados van a la casa de Dilcia para comprar su rico "pescado relleno".