Estimada Moza: Le escribo para que me resuelva un problema. La verdad es que me encuentro mal, no sé cómo quitarme esta desilusión amorosa que aún perdura, no sé cómo limpiarme el alma de esta experiencia tan mala de mi vida.
Desde hace dos años, me separé de mi esposo y aunque muchos piensas que he tenido tiempo suficiente para curar mis heridas, todavía me invade la melancolía.
Aún me sigo haciendo las mismas preguntas, ¿qué pasó?, ¿qué hice mal?, ¿por qué no está conmigo? Fueron ocho años maravillosos de mi vida... y en sólo un mes todo se fue abajo.
Yo no sé que le vio a esa mujer, esa compañera de trabajo, que ni siquiera le puede dar hijos, porque la prefirió a ella... no sé.
Cuando viene a ver a los niños, trata de hablarme, pero lo siento, no puedo, me pidió ser amigos por el bien de nuestros pequeños de seis y cuatro años, pero por más que intento no puedo.
DEVASTADA DE DON BOSCO
Estimada amiga, es tiempo de que salgas de ese letargo. Entiendo que te hagas esas preguntas y que en un principio vivieras un luto emocional, pero te has quedado estancada.
Lo más importante es aceptar el fin de la relación, no te preguntes cada mañana nada, acepta tu situación sin más.
Él ya no está en tu vida, asúmelo, quédate con todo lo bueno que te dio, y echa para adelante.
Te recomiendo busques actividades que te permitan conocer a otra gente o que te llenen de energía como meterte a un gimnasio o estudiar, verás que ya no pensarás tanto en lo que hace tu ex pareja.
Si haces eso, quizás hasta encuentres a tu alma gemela, porque te aseguro que algún hombre se debe haber fijado en ti, pero por estar metida en tus problemas ni te has dado cuenta de quien te mira. Piénsalo.