Pediatría

Los niños en guarderías


Dr. Iván Antonio Wilson / Presidente - Sociedad Panameña de Pediatría -

El cuidado de los niños pequeños es un dilema y motivo de preocupación para la mayoría de los padres que deben cumplir con sus obligaciones laborales, lo que implica tener que dejar a sus pequeños hijos bajo los cuidados de abuelos, familiares, amigos cercanos o nanas.

Una opción a la cual se recurre cada vez más son las guarderías por lo que es importante tomar las medidas necesarias para la prevención de enfermedades comunes en estos sitios, en donde conviven a diario un número variable de niños, con rangos de edades que oscilan entre los tres meses hasta la edad escolar.

Los niños que asisten a guarderías aprenden a ser más independientes; sin embargo, es una realidad que también son más propensos a padecer procesos infecciosos como cuadros gripales, diarreas, afecciones cutáneas, otitis media, varicela, entre otros. Los niños con asma bronquial y alergias respiratorias y que asisten a guarderías frecuentemente pueden presentar exacerbación de sus cuadros, por lo que deben tener un control adecuado de sus padecimientos con la medicación prescrita por el pediatra.

Medidas

Llévelo a sus citas de crecimiento y desarrollo y mantenga su esquema de vacunas al día.

Antes de seleccionar la guardería, haga una inspección de la misma para ver las condiciones físicas(ventilación, tamaño, distribución, aseo, área de preparación de alimentos, etc.), experiencia de los cuidadores en relación a la atención de los niños (edad, # de cuidadores por niño).

A menor edad

El bebé requiere de mayores atenciones

En términos generales, se recomienda que la relación cuidador/niño, en niños de tres meses a tres años de edad, sea de 1/3 para poder brindar una atención óptima al menor. En niños mayores, no se recomienda que la relación sea mayor de 1/10. Tampoco se recomienda que la guardería tenga un número excesivo de niños.

Si el niño amerita de cuidados especiales, dietas especiales, toma de medicamentos o padece de alguna enfermedad, se debe dar toda la información pertinente al cuidador o persona encargada, de manera que pueda tomar las medidas necesarias ante cualquier eventualidad.

De igual forma, todo cambio en la rutina del menor o síntomas sugestivos de enfermedad, accidentes, etc., debe ser notificado a los padres de familia de inmediato. De allí la importancia que haya una adecuada comunicación entre la guardería y el padre de familia y que no haya mucha distancia entre la guardería y el trabajo de los padres.

No se recomienda enviar a la guardería al niño si tiene fiebre, tos, vómitos, diarrea o malestar general, pues demandará de atención individualizada, lo que es casi imposible, además del riesgo de contagio al resto de los niños.

Alerta ante señales de abuso

Se debe revisar a diario al niño y sospechar si este presenta evidencias de trauma, moretones, excoriaciones, historia recurrente de caídas, mordeduras o lesiones en área genital.

Vea cuál es su actitud cuando lo deja; si se muestra contento o si siempre está lloroso o temeroso.