Una explosión que mató a 37 personas y dejó decenas de heridos la semana pasada en la sede de la petrolera estatal mexicana Pemex fue causada por una chispa eléctrica o alguna fuente de calor que hizo estallar una acumulación de gas, informó el procurador general de México.
``Hemos podido determinar que la explosión fue causada por una acumulación de gas en los sótanos del edificio'', aseguró el lunes por la noche el procurador Jesús Murillo Karam, quien aclaró que todavía se desconoce el origen de la fuga del fluido.
Murillo Karam dijo que los investigadores revisan los registros de inspección del edificio para determinar por qué Petróleos Mexicanos no había descubierto la acumulación de gas. Como empresa estatal, Pemex es responsable de inspeccionar sus propios edificios.
El funcionario dijo que la investigación realizada por expertos de México, España, Estados Unidos y Gran Bretaña del estallido del jueves pasado, el peor desastre de la compañía en una década, no encontró evidencias de explosivos.
El estallido derrumbó los primeros pisos de un edificio administrativo de Pemex en la ciudad de México, colindante de la emblemática Torre Ejecutiva de Pemex, el segundo rascacielos más grande del país y que no sufrió daños graves.
Murillo Karam explicó en rueda de prensa que los especialistas creen que una chispa o alguna fuente de calor detonó el gas acumulado.
Agregó que con la excepción de tres víctimas, ninguno de los fallecidos tenía marcas de quemaduras o tímpanos dañados, que son pruebas típicas de una bomba. Tampoco había indicios de un cráter o de una fractura de las vigas de acero del edificio, que también son comunes en la detonación de un artefacto explosivo.
Murillo Karam dijo que las autoridades aún no han hallado la fuente del gas, que según las primeras investigaciones fue metano que escapó de una tubería o túnel debajo del edificio o conectados con éste.