El jugador Dionisio Bernal es un ejemplo para sus compañeros. (Foto: Yodalis Bethancourt / EPASA)
Yodalis Bethancourt
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Aunque la vida para Dionisio Bernal no ha sido fácil, porque a sus 12 años tiene que trabajar lavando buses para ganarse unos cuantos reales, con los que ayuda a su mamá, eso no impide que este talentoso muchacho pierda su entusiasmo por el fútbol, disciplina que piensa tomar como profesión.
Dionisio reside en Puerto Caimito, populoso pueblo de pescadores, en donde vive con sus padres, su abuela, hermanos y su padrastro, y para ayudar a su familia con el peso de la casa, se dedica a lavar buses. "Un amigo me llama y me gano la plata, y con eso ayudo a comprar el desayuno y la comida".
Empezó a jugar en ligas desde que tenía 8 años y su talento es reconocido por su entrenador Víctor Chacón, mejor conocido como "Villano", quien solicita al Gobierno apoyo para estos muchachos que tienen que hacer grandes esfuerzos para poder pagar su pasaje diario para ir a las prácticas, y cuando terminan de jugar no les puede dar ni un emparedado. Como Dionisio hay otros niños que vienen de lugares más lejanos como Burunga, Arraiján, Capira y el centro de La Chorrera, para los cuales pide que se le apoye con becas para el equipo, como hacen en la ciudad capital.
MENSAJE
"Espero que los jóvenes se alejan de la violencia, y que sigan estudiando para sean grandes profesionales".