Su pasión es pintar hermosos cuadros. Rolando de La Cruz, de 58 años, es una persona agradable que con la ayuda de Dios y su talento ha logrado salir hacia adelante.

Y es que él es oriundo de San Carlos, pueblo que lo vio nacer. Contó que un día salía de su casa bien temprano y cuando se disponía a cruzar la calle un carro lo atropelló quebrándole el brazo izquierdo. "El accidente fue grave, pues tuvieron que cortarle el hueso extrayéndole del muslo huesos para el trasplante óseo con platina. Ahora sólo tiene la cicatriz que es el recuerdo de ese terrible incidente.

Rolando Cruz quedó siete días inconsciente, nueve días enyesado y cuatro meses en cama sin poder caminar, porque sufrió golpes en la columna.

Con el pasar del tiempo se mudó a la ciudad capital dejando a sus ocho hermanos. Actualmente vive en el Casco Antiguo desde hace 30 años.

Quizás las personas que han ido al parque Simón Bolívar lo han visto pintando y vendiendo sus creaciones hechas de acuarela sobre plumilla.

"Una de las cosas que me gusta pintar es la etnias, el Canal de Panamá, las empolleradas, el Casco Antiguo y pintar las famosas chivitas.

Sentado en una silla se pasa horas dibujando y no hay persona que transite por el parque y que no aprecie las pinturas.

Rolando dijo que los precios de lo cuadros varían dependiendo el tamaño y lo que haya pintado. Generalmente sus compradores son los turistas que pasean por el área.

Este artesano exhortó a las personas a luchar por sus metas.

HUMILDE

Una de las características de Rolando es que es una persona muy cortés y le gusta hacer amigos.