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Lo derriban 30 años después
Plicero está feliz de abandonar el viejo caserón, porque ahora vivirá mejor. (Foto: ALEJANDRO MEJÍA / EPASA

Jesús Simmons | DIAaDIA

¡Fuera abajo! Con una sonrisa en su rostro, Plicero Duque recogía todas las pertenencias que tenía dentro de un diminuto cuarto en la barraca Don Bosco, mientras era desmantelada por trabajadores de la Junta Comunal de Santa Ana.

Cuando los moradores de este viejo caserón a punta de martillo y pata de cabra sacaban las hojas de zinc y los tablones, el humilde hombre recordaba los 20 años que vivió en esa casona.

Plicerio no se lamenta de tener que dejar la vieja casa de madera que por muchos años abrigó a su familia, porque ahora vivirán en un lugar más seguro. Recordó que en la barraca sólo escuchaba el traqueteo de las armas de fuego, pero que gracias a Dios todo eso quedará atrás junto a sus preocupaciones.

PROVISIONAL

El asesor de la Junta Comunal de Santa Ana, Basilio Martínez, explicó que la barraca Don Bosco fue construida de forma provisional para albergar a los damnificados del incendio del caserío San Cayetano, que estaba ubicado entre Calle 16 y 17 Santa Ana.

Manifestó que el caserío San Cayetano era de madera y tenía más de 100 cuartos en donde vivían los trabajadores que construyeron el Canal de Panamá.

El caserón cubría la manzana entera de las Calles 16 y 17 y tenía cuartos que se comunicaban entre sí y era uno de los complejos habitacionales más antiguos del país. Pero cuando se quemó en 1979 sus residentes fueron reubicados en la barraca Don Bosco hasta que después de 30 años tuvo que ser derrumbada, porque representaba un serio peligro para la salud del corregimiento.

REUBICADOS

En la barraca vivían unas 35 familias, pero al momento de su demolición solo era habitada por cuatro familias que fueron reubicadas por la Junta Comunal de Santa Ana.

En el albergue Larga Estancia, ubicado en la antigua escuela Práctica de Comercio, se reubicaron a dos familias y la otras dos en Calle 15, El Chorrillo.

En cambio, algunos moradores de la casona que aún permanecían en el lugar desmintieron las versiones de los funcionarios de la Junta Comunal asegurando que cada uno tuvo que buscar donde meterse con sus familiares.





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