Aquí Jerenis (suéter de rayas) junto a su madre Jennifer. Todos comparten la olla común. (Foto: ANAYANSI GAMEZ /EPASA)
Viola Guevara G. Y Yanelis Domínguez
| DIAaDIA
Un sufrimiento que invade a todos. Quizás a sus cortos siete años, la pequeña Yerenis María no entiende de leyes ni procedimientos para poder manejar un taxi, pero en lo que sí está clara es que si su padre no obtiene un cupo, no podrá seguir trabajando ni mantener la casa.
Sus pequeños pies, que se combinan con el asfalto de la calle frente a la Asamblea de Diputados, reflejaron el cansancio y las incomodidades que están pasando.
Y es que desde hace cinco días, ella, sus dos hermanitos y su madre decidieron viajar desde Pedregal en David, Chiriquí, para apoyar a su padre quien es parte del grupo de taxistas, que desde hace 17 días están durmiendo en la calle en protesta porque no les conceden un cupo.
La señora Jennifer Vega, madre de las niñas, expresó la pena que siente, pues para bañarse ella y sus dos hijas deben utilizar un baño en la Asamblea.
Pero a Yerenis no le preocupa en qué condiciones se baña, sino que en menos de un mes se iniciará el año escolar y no tiene ningún cuaderno, debido a que su padre no está trabajando por la falta del cupo.
Ella pide al presidente de la República que se ponga la mano en el corazón para que este problema sea resuelto.
Por su parte, el defensor del Pueblo, Ricardo Julio Vargas, expresó que ya se debe llegar a un acuerdo con lo taxistas chiricanos, pues se les están irrespetando sus derechos y es muy triste la situación que viven. Vargas informó que la próxima semana se reunirá con ellos.
NOSTALGIA
Yerenis extraña su cama y a su abuelo que la esperan en Chiriquí.