
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINT? MORENO
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINT? MORENO
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINT? MORENO
Es muy dinámica.
Le encanta la lectura.
Madres han aprendido de ella.
Como buena persona se preocupa por los demás.
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Es muy dinámica.
Le encanta la lectura.
Madres han aprendido de ella.
Como buena persona se preocupa por los demás.
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Es muy dinámica.
Le encanta la lectura.
Madres han aprendido de ella.
Como buena persona se preocupa por los demás.
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Es muy dinámica.
Le encanta la lectura.
Madres han aprendido de ella.
Como buena persona se preocupa por los demás.
Esta dama tiene más de 20 años de ser madre maestra y formar profesionales.
Fotos: QUINTÍN MORENO
Es muy dinámica.
Le encanta la lectura.
Madres han aprendido de ella.
Como buena persona se preocupa por los demás.
El programa de madres maestras nació en Veranillo, en el distrito de San Miguelito, en 1971, pero no fue hasta 1973 cuando tomó fuerza al extenderse por todas las provincias del país.
Flor Eugenia Villalobos nació en Costa Rica en 1943, pero en 1968 fue que llegó al país. Ella ha vivido más tiempo en esta tierra istmeña y por tal razón ama Panamá.
Con gran entusiasmo esta dama atiende a cada persona que hable con ella. Flor recuerda haber visto a tres generaciones pasar por sus manos, atendiendo a la abuela, mamá e hija.
Villalobos manifestó que Panamá debe sentirse orgullosa de ser pionera en educación preescolar, pero con sabor a familia.
“Se necesita creer que las familias son educadoras, pues si toda mamá aplica la enseñanza de sus hijos en otros pequeños, se podrán formar buenos ciudadanos”, ese es el pensamiento de Flor.
Las madres maestras de todas las provincias admiran a la educadora Flor, ya que su carisma y atención la hacen ganarse su corazón.
Cada día este personaje se levanta dándole gracias a Dios por todo lo que logra, y considera que todos deberían hacerlo, porque es el único ser que guía nuestras vidas.