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A la hora de improvisar nadie se salva de que le saquen los trapos sucios, con tal de mostrar superioridad en las tarimas.
Este es el caso del trovador Elio Aizprúa y su colega María del Carmen Marín, quienes en una cantadera tuvieron su pleque pleque, luego de que la santiagueña le sacara que estuvo recluido en un centro penitenciario.
A pesar de lo sucedido, Elio dice no sentirse afectado por este tipo de tácticas, ya que sabía que en algún momento lo iban a hacer, pero que en su vida diaria esto no ha sido un impedimento para poder salir adelante.
Es más, dice que le va mejor de lo que esperaba; tanto, que tiene muchos compromisos y pronto comenzará a trabajar en su primer CD de décimas.