Gallos guardianes

No acabarán en un sancocho. Dos gallos se han convertido en la atracción de todos los que visitan el Bar Cristian Michelle, ubicado en la entrada de Pacora.

Los plumíferos se creen perros guardianes, ya que cuando el antro está solo, atacan a picotazos y espuelazos a quienes entran al local.

El señor Cristóbal, dueño del bar, manifestó que trajo a las aves desde Cerro Azul para tenerlos de mascotas y a la vez buscando un mecanismo para aumentar las ventas del negocio.

Es tanto el cariño que les tiene que afirmó que nunca acabarán convertidos en un delicioso sancocho y que morirán de viejos. Las aves ya tienen siete meses en la cantina, por lo que son muy queridas por los clientes y los dueños de otros negocios que están ubicados en el área.

Su dueño está orgulloso de ellos, porque además de cuidar su negocio, han sido piezas fundamentales para que siempre esté lleno, pues a los clientes les parece curioso ver a dos gallos en un bar.

Otras de la rarezas de los gallos de Cristóbal es que les encanta comerse el coco de las pipas frías que vende en el local. Las aves son las más felices, porque tendrán una vida muy larga, ya que no terminarán siendo la comida de nadie.