Chupé de camarones, arroz con coco, pescado en escabeche, sopa de mariscos, ginger beer, icing glass, sopa de fufú y el saus estaban entre las delicias que pudieron degustar quienes visitaron la Feria Afroantillana.
Los visitantes a este evento no sólo eran de nuestro país, sino que hubo quienes llegaron desde sitios tan distantes, como Nueva York, Atlanta y Miami para encontrarse con viejos amigos. Una de las características más notables es que usaron trajes en los que se mostraba el orgullo por la raza.
Eduardo Smith, vicepresidente de la Feria, dijo que esta actividad tiene dos objetivos: el primero, mantener el Museo Afroantillano y el segundo, rescatar la cultura gastronómica, artesanal y bailable que está enterrada por muchos en el olvido.
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