El olor a pestilencia y muchos gusanos por doquier por la gran cantidad de basura.
Residentes de El Tecal, en Vacamonte, no aguantan el desagradable olor a basura que se respira en ese lugar.
Según los habitantes, el problema se debe a que hay personas que no pagan la tarifa de recolección a la compañía CREDESOL, que es la encargada de recoger la basura, y aprovechan la madrugada para depositarla en los tinacos ajenos.
Los quejosos aseguran que el carro recolector de basura pasa dos veces por semana, pero la basura se va acumulando en grandes cantidades porque la gente no quiere pagar.
La basura putrefacta y llena de gusanos puede desatar una epidemia entre las personas que viven en este sector.
Los perros aprovechan para regar los desperdicios por toda la calle, sin que se pueda controlar esto.
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