Un milagro salvó a su hija. Raquel Martínez, residente en La Arena, en Herrera, viajó hacia la Basílica Menor de Atalaya para agradecer al Santo Jesús Nazareno, por un milagro que hizo a su pequeña cuando tenía un mes de nacida.
Comentó que fue necesario realizarle una cirugía a la bebé, luego que los médicos le detectaran una artritis séptica severa, que podría provocarle la muerte.
La enfermedad que produce la bacteria conocida como E-Coli le estaba afectando los movimientos de los brazos.
Ahora, su hija Monzerrath Barría, de cinco años, está recuperada, por lo que acompañó a su madre para darle gracias por el milagro de salvarle la vida.
Así como Raquel y Montzerrath hay muchos devotos que viajan desde muy lejos a venerar al Santo, que los acogerá este primer domingo de Cuaresma en la Basílica Menor de Atalaya.