Audición Los oídos se limpian con los codos


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Roberto Barrios

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Mgtr. Ramiro Campos -

Patólogo de Audición y Lenguaje

CIAES-Udelas

La capacidad de usar la audición y comunicarse, posibilita el acceso a la información, al conocimiento y como vehículo por excelencia para la interacción social, su higiene es básica en los seres humanos pero de una manera responsable. Muchas personas desconocen cómo debe limpiarse.

El oído tiene un sistema natural de autolimpieza que permite que la cera que se va fabricando, vaya saliendo poco a poco hacia el exterior y se elimine. La mejor manera de limpiar el oído es dejar que actúe este proceso natural porque al hacerlo nosotros mismos de forma incorrecta, podemos provocar en el oído lesiones que pueden ir desde un simple tapón, hasta infecciones, perforaciones u otras.

Los especialistas del oído, los otorrinolaringólogos y los especialistas de la audición, los fonoaudiólogos, recomendamos limpiar los oídos con hisopos sólo por fuera en la concha.

El conducto auditivo tiene una forma parecida a la de un embudo: su parte más estrecha se dirige hacia el interior de la cabeza, en concreto a la llamada membrana timpánica. La piel de este conducto tiene unas glándulas que fabrican cera (cerumen), la cual atrapa las partículas de polvo del aire para evitar que lleguen al tímpano y así protegerlo.