El Camp Nou decidirá el segundo finalista tras el empate en Mestalla

 El Barcelona y el Valencia se jugarán en el Camp Nou el pase a la final de la Copa del Rey, con un empate a uno de la ida que, de entrada, favorece los intereses del equipo catalán, que buscará su tercera final en cuatro años.

Hace muchas temporadas que el Bara tiene depositado gran interés en esta competición y prueba de ello es que después de una sequía de más de diez años sin jugar finales, desde que Josep Guardiola se ha hecho cargo del equipo el tránsito por ellas ha sido una constante.

Pero su entrega en Copa ha llevado al Bara a un exceso de desgaste que se ha notado sobremanera en la Liga. Los cuatro partidos de las dos últimas rondas (contra Osasuna y Real Madrid) y la ida contra el Valencia no han salido gratis a los de Guardiola, que son segundos en la Liga, a siete puntos del líder.

El Bara podría recuperar a Xavi, que no ha jugado los últimos partidos por problemas físicos, y posiblemente también estará disponible el chileno Alexis Sánchez. Estos dos regresos serán un alivio para Guardiola ante las bajas de Busquets, Iniesta y Pedro.

Esta falta de efectivos en el centro del campo y en el ataque, además de Afellay, Villa y Keita -aún en la Copa frica con Mali-, abre otra posibilidad de contar con jóvenes de la cantera, como en la jornada anterior, en la que Isaac Cuenca y Christian Tello fueron los escogidos para los extremos.

Por su parte, el Valencia es consciente de que para hacer realidad el sueño de llegar a la final debe realizar un partido perfecto y que el Bara no esté a su nivel habitual.

Unai Emery, técnico valencianista, recuperará al franco-argelino Sofiane Feghouli y al portugués Ricardo Costa, que no jugaron por sanción en Liga ante el Atlético, pero mantendrá las bajas de larga duración del holandés Hedwiges Maduro y de Sergio Canales.