Las autoridades peruanas informaron el jueves que cincuenta lobos marinos varados en la costa norte de Perú murieron envenenados intencionalmente.
El ministerio de la Producción dijo que tras los análisis practicados a los restos de los mamíferos, que vararon durante el mes de enero en la Playa Bodegones de la región Lambayeque, se determinó que murieron por haber comido pescado envenenado con plaguicidas de uso agrícola.
El Instituto del Mar del Perú, entidad que realizó las pruebas, dijo en su informe que por el número de lobos marinos muertos, la localización de los varamientos, el hecho de que los restos presentaban contenido estomacal abundante y semidigerido, además de la presencia del plaguicida, se concluye que los animales ``fueron envenenados de manera intencional, mediante la ingesta de pescado envenenado en dosis letales''.
El ministerio de la Producción dijo que ha dispuesto que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental-OEFA se encargue de la investigación del caso.
Carlos Yaipén Llanos, director de la Organización Científica para la Conservación de Animales Acuáticos (ORCA), declaró a la AP que lo recientemente ocurrido revela una ``inoperancia de las autoridades que permiten estas matanzas'', pues recordó que ya en noviembre de 2009 se había registrado la muerte de 350 lobos marinos por envenenamiento intencional en la playa de Colán, en la región Piura.
Señaló que los pescadores peruanos que tienen la creencia de que los lobos marinos son ``su competencia y hay que matarlos'', introducen el veneno en medias dentro de peces muertos que luego echan al mar. Además resaltó que este hecho atenta contra la salud pública pues los compuestos usados para envenenar a los lobos permanecen en el ambiente y en el mar, y pueden afectar a los seres humanos produciendo alergias o intoxicaciones.
En Perú los lobos marinos sufren habitualmente agresiones de pescadores debido a que los mamíferos suelen romper sus redes para obtener pescado.