Pintor de "diablos rojos". Sentado en la orilla de la Calle Segunda Catedral, San Felipe, John Foster, de 47 años, pintaba plácidamente "diablos rojos" a escala, que él mismo confecciona con madera y cartoncillo.

La pasión de John por los buses, que por años han transportado a los residentes de la ciudad capital, le nació cuando tenía 13 años. Para aprender todo sobre los "diablos rojos", se hacía en la parada de Calle 12 a observarlos por horas.

Fue así como se convirtió en todo un experto confeccionando buses. De adulto vio que le podía sacar provecho a su talento, por lo que se dedicó de lleno a esta actividad para mantener a su familia.

Sus trabajos son tan originales que son muy apetecidos por los turistas que a diario llegan al Casco Antiguo en San Felipe. Pero no solo los extranjeros se desviven por este arte, pues tiene una gran clientela local.

En la semana, John trabaja muy duro en el taller de su casa, ubicada en El Tecal de Vacamonte. Cuando tiene más de 10 buses hechos, se dirige a Catedral a ofrecer sus artesanías a los turistas.

De su trabajo no tiene queja porque en todos los años que lleva dedicándose a esta actividad no le ha ido nada mal. Su trabajo es tan bueno que una vez hizo un bus del tamaño de un carro real para el Banco General. Por este trabajo recibió la suma de B/400.00.

Además, ha tenido clientes famosos como Rubén Blades, el canciller y vicepresidente de la República, Juan Carlos Varela, entre otras personalidades.

Para el futuro espera que Dios lo siga iluminando con mucha salud para poder seguir llevando a todo el mundo su talento, más ahora que los "diablos rojos" están a punto de desaparecer. Este artesano es consciente de que estos buses han sido parte de la historia del país por años, de allí que se sienta orgulloso de ser un estandarte de esta cultura.

PRECIOS

John sabe que la situación económica no anda muy buena, por eso los vende baratos.