Los instructores captaron buenos talentos para los próximos juegos metropolitanos. - Fotos: Jesus Simmons
Alegría, tristeza y mucha adrenalina. Esto fue lo que vivieron ayer todos los instructores, monitores y los niños que estuvieron acompañados por sus padres en el clausura del Programa Aprendo a Nadar de los Segundos Juegos Metropolitanos del Municipio de Panamá.
El incandescente sol y las aguas cristalinas de la piscina municipal Alma Osorio de Betania se pusieron en complicidad para que la clausura de este programa fuera mágico.
Uno de los momentos más tristes se dio cuando el profesor Jaime Smith, encargado del programa, pidió un minuto de silencio por la memoria de Aida Garrido, madre de Alex Pérez, uno de los niños monitores, quien por un mes ofreció su tiempo de vacaciones para enseñar a nadar a los pequeñines que a diario copaban la alberca.
Sereno al saber que su mamita, quien partió de este mundo el pasado sábado y que está en un lugar mejor, caminó al frente de todos los presentes para recibir el homenaje póstumo a su progenitora.
Otro de los momentos que hizo vibrar de emoción a la vetusta piscina fue la presentación del niño Juan David Arosemena, quien es discapacitado.
Con la ayuda de un flotador y del monitor Gabriel Alexander, nadó 25 metros con el aliento y los aplausos del público que abarrotó el evento deportivo.
Unos 300 niños participaron de la clausura del programa. Ellos dejaron todo en la piscina, pero solo los mejores fueron los que clasificaron para integrar el grupo de novatos que representará al corregimiento de Betania, en los próximos Juegos Metropolitanos a realizarse en el mes de septiembre.
Pero no todo fue brazadas, ya que los pequeños disfrutaron de un excelente refrigerio que le brindaron sus instructores y los padres de los niños que fueron sus monitores.
Al final los más contentos fueron los monitores, porque vieron cristalizado su esfuerzo, al ver que todos los niños aprendieron a nadar.