En la delegación de la Selección de Guatemala se pudo observar a los dirigentes Rafael Salguero, Adela de Torrebiarte y Óscar Arroyo. Pero nadie se dio cuenta que también viajó el sacerdote Carlos Castellanos quien, petición del grupo de seleccionados y el cuerpo técnico, acompañó a la comitiva.

“Se siente algo especial. Como guatemalteco y amante del deporte, me siento orgulloso porque la verdad es que no cualquiera tiene esa oportunidad. Me ha dado una gran satisfacción, sobre todo porque he tenido una buena acogida por parte del grupo, que ha estado muy abierto al tema espiritual.

Uno de los propósitos principales del padre Castellanos es brindarle un apoyo espiritual a los jugadores, la que se complementará con una reunión que se efectuará hoy con la imposición de la ceniza.

“El miércoles (hoy) vamos a imponerles la ceniza y les recordaremos que como seres humanos, somos imperfectos, que cometemos errores, pero lo más importante es reivindicarse”.