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El fascinante mundo de las frituras

José Pineda (Enviado Especial) | DAVID, Chiriquí, DIAaDIA

El Kenny Serracín es típico por sus mujeres bellas, mucho calor ambiental y un fascinante mundo de frituras que te puede volver loco de una sola sentada.

Detrás de la primera base se encuentra el castillo de las frituras, donde doña Lila, mejor conocida como "La Negra", es la encargada de darle a la afición comida para nueve entradas y un poco más.

"La tarea empieza a las 6:00 a.m., con un trabajo muy duro en la casa, la compra de los alimentos, su preparación, hasta llegar al estadio a eso de las 5:30 p.m.", dijo "La Negra", mientras colocaba una carimañola en una paila a más de 90 grados.

Hojaldres, carne frita, bofe, puerco liso, corazón, chicharrones y muchas otras cosas más, aparecen a precios populares. A la señora Lila Sánchez le acompañan su hijo Johnny desde hace 15 años y su esposo Iván Del Cid.

"Yo he estado con mi mamá desde que tenía 14 años, ayudando en las frituras en el mercado y aquí en el estadio. Siempre estoy con ella, ahora cumplo 29 y prometo estar con ella hasta que Dios lo permita", dijo Johnny, su asistente estrella.

Lila no recuerda cuándo llegó por primera vez al estadio a vender sus frituras. Según sus cálculos, puede ser entre 1985 y 1986, cuando Panco Castillo, Abraham Maloff, Oscar Osorio, Virgilio Kaa y Eric Marín eran las principales figuras del equipo mayor de Chiriquí.

Rolando Gaitán, un cliente frecuente, dijo a Día a Día que la comida es rica, deliciosa y siempre que hay juego compra sus ricas viandas.

"Sólo sé que a mucha gente le gusta; a mí me alegra que la afición esté contenta y para eso estamos aquí, para atenderlos durante todo el partido", sostuvo.

DATO

Por más de 15 años este ha sido el medio que la Sra. Lila ha empleado para salir adelante con su familia.





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