Los chiricanos presentaron un espectáculo de colorido y regionalismo en las gradas de su santuario beisbolístico. (Foto: Gonzalo Bocanegra / EPASA)
José Pineda
| David, Chiriquí, DIAaDIA
La fiesta en el Kenny Serracín fue de principio a fin. Algo así como una alegría contagiante que se inició en las tribunas desde muy temprano con la compra de boletos y separación de asientos.
Vielka Montaño, una aficionada de pura cepa, llegó a las 9:00 de la mañana en busca de boletos, y ya encontró a otros feligreses de la fiesta del pueblo, su majestad el béisbol.
"Increíble, la fila para comprar los boletos y luego para cuidar los asientos, de verdad que estamos aquí, porque nos gusta esto", dijo.
En las tribunas todo era verde y rojo, alegría y mucha fantasía. El béisbol es el plato fuerte de los chiricanos y lo de ayer fue una muestra de eso. Los tiquetes para entrar habían subido de precio, pero el aficionado respaldó a su equipo.
Las entradas para niños estaban a $2.00 y los adultos en $4.00. Los jubilados y pensionados pagaron $2.00 con su descuento oficial.
Una que disfrutó a lo máximo fue Indira Gómez, una fiel feligresa del béisbol criollo. Desde muy temprano llegó y separó su asiento con una franja de cartones y un letrero que decía, "aquí voy yo y mis amigas".
FRENESI
El béisbol enloqueció a los aficionados chiricanos y ahora el camino indica hacia Chame, la sede del segundo partido.