Un peligro latente. El señor Elías Tejada, de 66 años, tiene más de 30 años de vivir en el edificio Maeli, ubicado en La Peatonal, en la capital.

Hace cinco meses, Tejada fue operado por tener un absceso en las glándulas y mientras se recuperaba en casa, se le fueron presentando otros síntomas que le agravaron su estado de salud. Luego de muchos exámenes se le detectó toxoplasmosis, enfermedad que Elías contrajo por inhalar una bacteria producida por las palomas.

ESTAN AL ACECHO

Diariamente cientos de personas caminan de un lado a otro recorriendo La Peatonal. Unos transitan esta vía por razones de trabajo, otros por compras o simplemente para distraer la mente. Lo curioso de este sitio es que miles de palomas, que llaman la atención de chicos y grandes, son alimentadas por transeúntes que ignoran que son portadoras de bacterias y enfermedades en el ser humano.

HABLAN LOS ESPECIALISTAS

DIAaDIA consultó a la veterinaria Gloria Fonseca, quien dio a conocer que la toxoplasmosis es una de las enfermedades que pueden transmitir estas aves, que se pasa al ser humano por las vías respiratorias. Los síntomas de esta afección son parecidos a un resfriado común.

Por su parte, el Dr. Algis Torres, director regional de Salud de San Miguelito, reveló que otras enfermedades que transmiten las palomas son la psitacosis, que es producida por un microorganismo que mantienen estas aves, y se dispersan vía aérea. Los efectos de esta dolencia al principio son fiebre, dolor de cabeza, problemas respiratorios y se puede agravar provocando neumonía y afección cerebral.

También provocan otras enfermedades de los pulmones, y causan reacciones alérgicas.

Para los residentes de La Peatonal, el problema no solo radica en las enfermedades que estas producen, sino que al caer la noche ellas ingresan a los edificios haciendo un fuerte ruido, además de los malos olores que provoca su excremento.

LAS PALOMAS

Tradicionalmente estas aves son un símbolo de paz, pero atentan contra la salud humana.