Vivía para su familia


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Era querido y buena persona.

  • Vivía para su familia

    Era querido y buena persona.

  • Vivía para su familia

    Este era su humilde hogar donde disfrutaba sus días con su familia.

    FOTOS: HERMES GONZALEZ

Yanelis Domínguez - DIAaDIA

Dos menores de edad acabaron con la vida del taxista Rogelio Rojas González, y dejaron a una familia sin el hombre que la sustentaba. Así lo relataron algunos de los vecinos, quienes lloraban la pérdida de Rojas, de 37 años, quien tenía una bebé de tan solo dos años.

Él era conductor de los extintos “diablos rojos” de la ruta de Las Mañanitas, luego de recibir su compensación, compró su taxi para seguir teniendo algo de dinero para llevar a su hogar.

Después de adquirir su taxi, le dieron la oportunidad de ser parte del nuevo sistema de transporte masivo metrobús, por lo que pocas veces salía a “Ruletear” en su taxi.

“Rojito”, como le decían de cariño, tenía el sueño de llevar a su familia a un lugar mejor y comprar una casa más grande, pues la actual se les había quedado chica. Era muy bondadoso con todos sus familiares y vecinos de Cabuya en Tocumen, donde residía.

El hombre era considerado como intachable, no tenía ningún tipo de vicio y solo pensaba en su esposa e hija y cómo sacarlas adelante con sus labores diarias.

DIAaDIA llegó a su pequeña casa donde una puerta negra con un candado de hierro protegía su entrada, en el techo del portal yacían todos sus uniformes de la empresa donde laboraba, además de otras de sus pertenencias. Su esposa y su hija no estaban en casa, al parecer decidieron alejarse un poco de los recuerdos que llegaron a sus corazones con la pérdida de Rojas, quien se convierte en el segundo taxista asesinado en lo que va del año en el sector este.

 

 
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