Si los carnavales se extendieran hasta el Miércoles de Ceniza, los hechos de sangre también fueran abundantes.
A eso de las 1:05 de la madrugada de ayer, llegó al cuarto de urgencias del hospital Santo Tomás un ciudadano que no pudo enterrar la sardina.
Miguel Marciaga Quintero, de 35 años, fue el infortunado que recibió una puñalada en el omoplato.
Los hechos se dieron en una comunidad del distrito de Chepo, lugar desde donde fue trasladado a la capital por la ambulancia 600, de la Caja de Seguro Social.
Los primeros informes indican que a Miguel lo hirió su propio sobrino.
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