"Voy a cobrar unas horas extras que me deben". Esto fue lo último que conversó el obrero de la construcción Leovigildo Vega, de 22 años, con su padre, del mismo nombre, antes de salir de casa sin saber que no volvería a ver a su familia.
Al llegar a su trabajo, en Metro Mall, el obrero se encontró con que el proyecto había sido abierto (el viernes estuvo cerrado por la muerte de un obrero), así que se puso a laborar como todos los días. Sin embargo, a la 1:00 p.m., una pared de la segunda losa se derrumbó y la tragedia llegó nuevamente a la construcción, porque Leovigildo estaba abajo con otro compañero.
Los bloques cayeron sobre Leovigildo y Alberto Peña, de 23 años, quien se encuentra en estado delicado.
Tan solo el miércoles pasado José Cantoral, de 18 años, murió al caer de una segunda losa y Erick Palma, de 33, está en cuidados intensivos. Paradójicamente, ayer sepultaban a uno y pedían sangre para el otro.
Al lugar se presentaron inspectores y la directora Regional del Ministerio de Trabajo de San Miguelito, quien le dijo a los obreros que cerraría el proyecto para realizar las inspecciones y determinar cuáles fueron las fallas de seguridad.
Mientras tanto, en la entrada del Cuarto de Urgencias de la Policlínica J.J. Vallarino, en Pedregal, los familiares del obrero fallecido pedían más seguridad y que el Gobierno haga algo al respecto.
CONSTERNADO
Por su parte, Juan Miranda, primo del fallecido, se preguntaba ¿quién pagará la escuela de sus dos sobrinos?, pues la única persona que sustentaba el hogar perdió la vida en su trabajo.
Los molestos obreros cerraron los cuatro carriles de la Vía Domingo Díaz, frente a la construcción del Metro Mall por varias horas.
SANGRE
Erick Palma, el obrero herido de la semana pasada, está grave y necesita 10 pintas de sangre.