
Viviana mientras atiende a una clienta.
Viviana mientras atiende a una clienta.
Viviana mientras atiende a una clienta.
La tiendita de Mery.
La publicidad es confeccionada por ellas.
La tiendita de Mery queda ubicada en la costa arriba de Colón.
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La tiendita de Mery.
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Mery manifestó que con el préstamo logró establecer al fin su negocio que era un sueño lejano, porque no tenía los recursos para comprar los suministros y mucho menos para realizar los trámites para la apertura, ya que todo esto tiene un costo.
Esta mujer emprendedora tiene ocho hijos, pero solo tres de ellos, los más pequeños y una de sus nietas son los que dependen de ella. El esposo de Mery trabaja en “camarones” en la construcción, pero ahora lo podrá apoyar y tener una mejor calidad de vida.
Otra mujer emprendedora
Viviana se dedica a pasar trabajos de escuelas, hojas de vida, tesis, entre otros servicios. Se levanta al alba y se acuesta casi a la medianoche transcribiendo trabajos.
Ella reside en la provincia de Colón. Cuando no contaba con su computadora e impresora, esperaba que los cafés internet abrieran sus puertas para empezar su faena y la hora de cierre de estos locales era su hora de salida.
Sus mejores meses de trabajo son cuando los jóvenes entran a los colegios, también los universitarios. Explicó que en ocasiones no se da abasto para la demanda de los clientes.
Para ella es más que un trabajo, porque aprovecha para repasar lo aprendido en la escuela y si es sobre un tema nuevo aprende. “No es solo escribir por escribir, es saber también qué se está haciendo”, acotó Viviana. Además, le pagan un extra por investigar.
Viviana tiene una niña pequeña, así que muchas veces le era difícil, pues distribuía el tiempo para poder atenderla. Ahora trabaja en su casa y puede estar cerca de su hija.
Espera esta joven emprendedora poder arreglar un espacio dentro de su casa para poner su equipo de trabajo, ya que por ahora la impresora descansa en una tabla de planchar que ha improvisado como una mesa, mientras imprime los trabajos, y la computadora, que es una laptop, es mucho más manejable, pues se la coloca en las piernas mientras escribe.
“Siempre hay trabajo, solo hay que ser creativas y poner empeño para salir adelante”, recalcó Viviana.