Roberto Alveo es un humilde campesino que todos los días sale a las 3: 00 a.m. de su precaria residencia, en Chigoré de Penonomé, hacia el mercado público para vender legumbres, verduras y frutas. Nunca pensó que el destino le jugaría una mala pasada, pues al regresar en la tarde encontró su casa hecha cenizas, nada se pudo hacer y lo perdió todo.
Con lágrimas en su rostro y con dificultad para contar su triste caso, el señor Alveo, conocido cariñosamente por todos como "Chorrera", por ser originario de este sector, contó a este medio que el pasado 8 de febrero perdió todo, “no tengo nada, todo se quemó, qué voy a hacer, necesito ayuda”.
Las lágrimas corrían por las mejillas de "Chorrera", quien sólo quedó con la ropa que tenía puesta. Todo se quemó en aquel siniestro que lo dejó en la calle y sin alimentos, vestuarios, ni una cama para dormir, pues duerme a orillas de un árbol, contemplando lo que fue su hogar.
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