Primera vez en la escuela

Anabella Sosa de Brostella | DIAaDIA

Después de los carnavales, enseguida empieza la preocupación por la escuela.

Para la entrada a la escuela, hay muchos factores que tomar en cuenta, echando a un lado los útiles, los uniformes y demás.

El aprendizaje del niño está muy ligado a la forma, como se encuentre emocionalmente en el momento. Para el niño o niña que entra a la escuela por primera vez, la entrada a la escuela o pre-escolar es muchas veces una situación de estrés. Requiere de una adaptación a un lugar nuevo y, lo más importante, la primera separación de su lugar seguro: "su hogar".

Factores implí­citos en la enseñanza aprendizaje:

ESPERANZAS Y MIEDOS

En todo comienzo, tanto para niños como para adultos, existen expectativas de esperanza, deseos y miedo. Como por ejemplo: una nueva escuela, un nuevo bebé, un nuevo seminario o una nueva maestra.

No importa la edad, todos pasamos por el mismo proceso, pero tendemos a relegar esto a los infantes. Es por esto que las primeras experiencias de separación, influyen sobre lo que esperamos de las próximas.

MANEJO DE LA ANSIEDAD

Cuando hay mucha ansiedad, es difí­cil establecer el proceso de aprendizaje y obtener algo de la experiencia. Algunas veces, los niños se sienten ansiosos sobre el año que viene y lo que traerá para ellos. También hacen fantasí­as sobre el profesor que tendrán y si será bueno o malo con ellos.

Es buena idea tomar un tiempo para hablar sobre la experiencia. Expresarlo en palabras puede ser muy beneficioso para el estudiante. También los profesores deben estar atentos a los mensajes no verbales de los estudiantes, y estar accesibles como figura de apoyo y no amenazante.

El "sostén" o "holding" es un término creado por Winnicott, que se refiere a la capacidad de la madre de acoger al niño y calmar su ansiedad. El maestro muestra esta capacidad en el colegio, al escuchar al niño y ayudarlo a entender la situación que esté atravesando. Si escuchamos reflexivamente, lo haremos sentir a gusto.

Las nuevas experiencias positivas se van almacenando dentro de nosotros mismos, y nos ayudan a seguir en la búsqueda para explorar lo desconocido. Por esto, un ambiente seguro en el hogar, donde los padres ayudan al niño a organizarse y atienden sus necesidades, es el motor de arranque del niño.

Al mismo tiempo, el poder tolerar no saber algo es un pre-requisito para aprender y descubrir. De esta forma, el niño utiliza la curiosidad y busca respuestas a través de libros, adultos, tecnologí­a y amigos.

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