La historia de la figura mítica de San Valentín o Valentino se remonta al año 270 de la era cristiana. El directorio de los santos, (el libro) de Annette Sandoval, y algunos sitios de Internet, aseguran que la historia más aceptada lo ubica como un hombre muy santo que vivió en Roma durante la persecución de los cristianos, bajo el mandato del emperador Claudio II.

Durante la gestión de este tirano, era mal visto que los romanos se asociaran con los cristianos; quien lo hiciera debía recibir la pena de muerte.

Valentín se dedicó a casar parejas jóvenes a escondidas, hecho que lo llevó a prisión. En la cárcel conoce a una chica llamada Julia a la que instruye a tal punto, que Dios se les manifestó. Cuando le iban a dar muerte Valentín le escribió una última carta a Julia, pidiéndole que se mantuviera cerca de Dios y la firmó: "De tu Valentino". Es esta expresión la que permanece hasta hoy.