Una noche en El Chorrillo
En la madrugada casi no hay un alma. (Foto: Erick A. Marciscano / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Así como es marcada como una zona de peligro, también tiene gente buena. Lo cierto es que lo que más caracteriza a El Chorrillo es la violencia, pues quienes la protagonizan te hablan como si eso fuera el pan nuestro de cada día. DIAaDIA lo comprobó durante una visita nocturna.

LAS PRIMERAS IMPRESIONES

Eran las primeras horas de la noche del pasado viernes y en el parque Amelia Denis de Icaza se percibía tranquilidad. Se podía divisar a niños jugando en la cancha sintética, un culto evangélico por una esquina y la ronda policial plantada bajo la Casa de Piedra.

Para llegar hasta allí, cinco taxistas consultados se negaron a la carrera alegando inseguridad. No fue hasta que el conductor de la unidad 8T-5850 se atrevió.

SALVANDO SU PELLEJO

Este conductor aclaró que no hace carreras hacia allá, pues sabe que hay quienes andan en su negocio sucio. Hubo que mostrarle el carné de prensa para que sintiera confianza. Sin embargo, no sabía exactamente el punto de llegada, por lo que su rostro denotaba nerviosismo y hasta le dio por morderse la uña del dedo pulgar de la mano izquierda. "Tengan cuida´o", fueron sus palabras de despedida.

Al recorrer el parque Amelia Denis de Icaza, un grupo de niños practicaba sus gambetas. Varios de ellos se acercaron a preguntar: ¿Qué hacen aquí? Como eran las primeras anotaciones, la respuesta fue: haciendo tareas. -Ahh, es de la universidad, dijo uno de los niños y se fueron.

EN BAGDAG

La visita llegó hasta el corazón de la banda Bagdag, donde la bienvenida fue el olor a marihuana al entrar por los pasillos de los edificios Renovación. En el patio central de esas multis, miembros de la banda Bagdag se concentraban al lado de una piscina plástica con música y su pinta en mano.

Sin revelar la presencia de la prensa, se conversó con varios de sus integrantes. Allí hubo que aportar para la caja de pintas y se nos invitó a llevar short y "formar parte de la demencia", con todo y carne asada.

Aunque los presentes eran de esa banda, también había un par de jóvenes que viven allí, no obstante, guardan su distancia de ese mundo. Lo que más les preocupa a estos adolescentes es que el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) tiene un programa para los pandilleros, pero se preguntan por qué no hay uno para los no pandilleros. ¿Será que todos tenemos que ser así?, dijo uno.

LA AVENTURA CONTINUA

En la visita hubo un desfile de personalidades. Caminando hacia la Casa de Piedra encontramos al jinete José Félix "El Gato" Salgado. Al llegar al local "La esquina del pescado", fuimos atendidos por su administrador conocido también como "El Gato". Como era el primer viernes de Cuaresma, el negocio fue redondo.

El viaje continuó por la planta baja de los miltifamiliares "La 15 pisos". En una esquina estaba Yolanda, una mujer que vive de las frituras, pero nos confesó que a veces, "cuando el área se pone caliente, suspende su trabajo por varios días y eso es pérdida".

MAS PESCA'O FRITO

Eso es lo que abunda al inicio de la Calle 27, además de la música a todo volumen. En un pequeño bar, tres chicas bebían sus cervezas en una mesa y coreaban las bachatas. Lo curioso es que las tres vestían blusas blancas y jeans. "Así son las guiales del barrio, puro estilo", comentó un caballero. En esa misma manzana se conversó con Yadira Camargo, administradora del local "Ñato Fish". Ella es una chorrillera neta que con orgullo dijo: "a punta de esto tengo una ingeniera industrial, un abogado y este año se me gradúa la más pequeña". La recomendación que dio fue: "Dénle a sus hijos lo que pidan para que no lo busquen en la calle". Esa es su filosofía.

Al abandonar este local, salió a nuestro paso un señor harapiento y con un olor que hasta que asfixiaba. Era nada más y nada menos que el primer asaltante llamado Media Luna, quien pidió un cuara. Claro, lo recibió no sin antes ofrecernos una pequeña entrevista. Entre lo poco que se le entendió, por su tartamudez y la bulla del área, dijo: "tuve poder, dinero, fama, pero ya no tengo nada". ¿Qué le sucedió? Afirmó que unos amigos lo traicionaron y lo llevaron a la ruina, pero muchos chorrilleros especulan que una mujer le hizo brujería. También había muchos turistas y encorbatados que se daban su baño de pueblo.

El recorrido llegó hasta Calle 27 final. Se notó que en esta área ya no solo te ofrecen el pescado frito y cerveza, sino que ahora le preparan una salsa especial y hasta con langostinos. Además, algunos portales de casas hacen de minibares.

Más tarde, se llegó a la Calle Bocas del Toro, donde miembros de la banda contraria a Bagdag hacía su vereda, es decir, tomar pinta en la acera. Muy cerca dos unidades policiales conversaban con ellos y se perdieron por esos callejones en su ronda. Tras hacerle saber que la visita era para ver cómo era el ghetto, uno de ellos, residente en "La 15 pisos", manifestó: "Ahh, tú sabes que nosotros tenemos las metras". Aquí también pidieron plata para las cajas de pinta.

Estando en el punto de llegada, se notaba que todos los niños estaban en casa y lo que se escuchaba era plena.

"PARA QUE RESPETE A LOS MANES"

Faltaba poco para la media noche y se retornó a Bagdag. Ya en sus pasillos no se respira marihuana, ahora era pegón. La invitación a la fiesta salió a flote, pero era mejor ver los toros desde la barrera. También conocimos al menor que resultó herido en los Carnavales de Capira y otro que quedó lisiado por una bala. Ambos andaban con el apoyo de muletas.

Estando en la acera de Calle 25 arriba, un joven que reside en la barraca Good Year de Santa Ana se acercó con un cartucho en su mano, donde llevaba varias balas. ¿Para qué es eso?, se le preguntó. Con mucha naturalidad expresó: "... para usarlo con un amigo por meterse con mi mamá. Tienen que respetar a los manes". Agregó no sentir temor de caer preso, pues ya había estado en La Joyita.

Al rato apareció, pero él era el que preguntaba: ¿Por qué el plomo es el que mata y no la pólvora?

Segundos después, pasa la ronda policial en auto y no quedó un alma de esos jóvenes. Casi al instante, cayeron varias botellas sobre la ronda policial que andaba a pie.

Hubo que buscar refugio. Algunos trataron de esconderse en el mismo sitio que DIAaDIA, pero continuaron corriendo.

Las dos unidades aparecieron con arma en mano apuntando al equipo de reporteros. Y se dijeron: no son de aquí, y prosiguieron hacia las multis y salieron como si nada hubiera pasado. Una vez desaparecieron del área, la fiesta continuó hasta la madrugada. Una y otra vez coreaban la canción de Dj Black, "Su madre", además de la compañía de varias chicas alrededor de la piscina.

Aquel muchacho que enseñó las balas para el encargo que tenía, apareció tambaleándose. Parecía borracho. -¿Tas borracho?, se le preguntó. Pero su respuesta fue sencilla: "Yo no bebo, lo mío es pegón", y se fue reído.

Pasadas las 2: 00 a.m., las calles estaban casi vacías. Cada banda estaba en su área y a su modo.

A las 5: 00 a.m., la policía intervino en el área de Bagdag, pues al parecer algunos vecinos denunciaron el exceso de ruido. La respuesta desde los balcones fue una lluvia de botellas. Eso ocasionó que los agentes hicieran varios disparos al aire. Esto puso fin a la rumba y se dice que en comparación con otros días, la noche fue tranquila.

Así es el panorama de la vida nocturna en El Chorrillo, donde a pesar de que la gente pujante se forja un mejor futuro, hay otros que han escapado por la puerta del bajo mundo, donde no solo está en riesgo su vida, sino la de sus familias, haciendo así la carga de la denigración más pesada.

ATRAYENDO JOVENES

El Chorrillo tiene a su favor varios centros recreativos: el Complejo Deportivo Maracaná, Amelia Denis de Icaza, el León Cocoliso Tejada de Plaza Amador y el Gimnasio Kiwanis. Entre las organizaciones que ayudan a la juventud están: Nueva Generación, Chorrillo F.C., Club Plaza Amador, Club Milenium de Barraza, entre otros.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados