
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Se esmera en la atención de los niños.
Juega con los pequeños de la fundación.
Es un ser abnegado.
Ejemplo a seguir.
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Se esmera en la atención de los niños.
Juega con los pequeños de la fundación.
Es un ser abnegado.
Ejemplo a seguir.
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Se esmera en la atención de los niños.
Juega con los pequeños de la fundación.
Es un ser abnegado.
Ejemplo a seguir.
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Se esmera en la atención de los niños.
Juega con los pequeños de la fundación.
Es un ser abnegado.
Ejemplo a seguir.
La coclesana Daysi Castillo es un ejemplo a seguir para las madres panameñas.
Fotos: EVERGTON LEMON
Se esmera en la atención de los niños.
Juega con los pequeños de la fundación.
Es un ser abnegado.
Ejemplo a seguir.
Esta dama recuerda que llegó a la Fundación Ofrece un Hogar a hacerles unas vacaciones a una compañera, pero le encantó y le conmovieron tanto las historias de los niños que allí residen que se quedó.
Castillo es oriunda de Bajo Grande del Copé, en La Pintada de Coclé; actualmente su familia reside en El Caño de Natá, ella tiene siete hijos y un esposo que la apoyan en su labor de cuidar niños que han sido abandonados.
Algunas veces, sus hijos han asistido a la fundación y se sienten orgullosos del trabajo que ella ha emprendido, por lo que se conmueven.
Ella viaja una vez a la semana a su hogar, por lo que duerme en la fundación; el impacto de las historias de los niños tienen el corazón de esta madre convertido en puro amor y alegría que irradia a todos los que conversan con ella.
Castillo considera que las personas deberían dejar de desperdiciar su tiempo en asuntos sin sentido e invertirlo en cosas importantes, como el cuidado de un niño; ya que son pequeños angelitos especiales que necesitan de todo el amor posible, porque no tienen padres y eso es lo que ella busca, que sus niños no sientan la falta de cariño.
De todo se puede encontrar haciendo a esta gran mujer, desde jugar con los niños, limpiar las habitaciones, lavar la ropa cocinar, entre otras cosas.
Para ella es muy desgarrador ver a los niños que llegan llorando por sus padres y que se deben quedar en la fundación obligatoriamente, puesto que no están recibiendo el cuidado que requieren; pero más triste es cuando se deben ir a otros albergues porque han crecido.