
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
Foto: Archivo
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
Foto: Archivo
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
Foto: Archivo
Michael Martínez vivió esa experiencia.
Foto: Michael Martínez (Cortesía / vía facebook)
Algunos “jockeys” panameños como José Lezcano logran el éxito en los hipódromos estadounidenses.
Foto: Archivo
Roberto Arango aboga por visados más rápidos para los jinetes.
Foto: David Beitía (Cortesía)
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
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Michael Martínez vivió esa experiencia.
Foto: Michael Martínez (Cortesía / vía facebook)
Algunos “jockeys” panameños como José Lezcano logran el éxito en los hipódromos estadounidenses.
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Roberto Arango aboga por visados más rápidos para los jinetes.
Foto: David Beitía (Cortesía)
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
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Michael Martínez vivió esa experiencia.
Foto: Michael Martínez (Cortesía / vía facebook)
Algunos “jockeys” panameños como José Lezcano logran el éxito en los hipódromos estadounidenses.
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Roberto Arango aboga por visados más rápidos para los jinetes.
Foto: David Beitía (Cortesía)
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
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Michael Martínez vivió esa experiencia.
Foto: Michael Martínez (Cortesía / vía facebook)
Algunos “jockeys” panameños como José Lezcano logran el éxito en los hipódromos estadounidenses.
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Roberto Arango aboga por visados más rápidos para los jinetes.
Foto: David Beitía (Cortesía)
Montar en Estados Unidos no es una tarea fácil para los jinetes panameños.
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Michael Martínez vivió esa experiencia.
Foto: Michael Martínez (Cortesía / vía facebook)
Algunos “jockeys” panameños como José Lezcano logran el éxito en los hipódromos estadounidenses.
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Roberto Arango aboga por visados más rápidos para los jinetes.
Foto: David Beitía (Cortesía)
Desde la década de 1960 se tiene registro de la presencia de jinetes del patio en el país norteamericano. Empezando por Braulio Baeza, que durante 16 años (1960-1976) obtuvo 4 mil 013 triunfos y ahora es miembro del Salón de la Fama de la Hípica de Estados Unidos. Luego está Laffit Pincay Jr. que, en la actualidad, es reconocido como una leyenda de las pistas por sus 9 mil 530 triunfos en su trayectoria de casi cuatro décadas. Esa constante presencia de nacionales en la hípica estadounidense se ha mantenido hasta el momento. Sin embargo, no se tiene un registro exacto de cuántos panameños realizan sus campañas allá, debido a que algunos de ellos vuelven a Panamá y otros se van a montar ejemplares de carreras en otros países.
El departamento de estadísticas del Hipódromo Presidente Remón estima que entre 18 y 21 jinetes panameños están ahora mismo compitiendo en Estados Unidos.
Cambio radical.
Michael Martínez fue uno de esos jinetes que salió de Panamá para hacer campaña en el circuito estadounidense. Durante tres años estuvo vigente en los hipódromos de ese país hasta que un accidente, que sufrió mientras montaba, terminó con su trayectoria.
Actualmente, mientras busca la manera de recuperarse de las lesiones sufridas tras ese suceso, Martínez recuerda como tuvo la oportunidad de ingresar a un país extraño para él y continuar haciendo lo que le gusta lejos de la presencia de sus familiares.
“Al llegar a Estados Unidos, uno debe adaptarse principalmente al idioma y al clima, que es frío”, indicó. “Es necesario saber inglés para que puedas montar con más frecuencia.”
Obtener la visa de trabajo y el respaldo de un agente que le asista en el manejo de su carrera son dos de los requisitos que, según Martínez, son importantes para viajar y entrar a ese país de América del Norte. Después se pasa por un proceso de adaptación que, si se cuenta con la ayuda de otras personas, resulta menos complicado y se supera con rapidez.
“Mi primo, el jinete Alexis Solís, me ayudó mucho para que viajara a Estados Unidos y me estableciera en ese país. Siempre me aconsejó y me ‘abrió los ojos’ sobre la manera en como se monta en ese territorio”, recordó.
Martínez asegura que es consciente de que, en esencia, la manera de desarrollar la actividad hípica es similar en todas partes. Sin embargo encontró ciertas diferencias en la forma como se trabajan en los hipódromos de Estados Unidos en comparación a lo que se acostumbra a ver en la hípica panameña.
“A los preparadores estadounidenses les gusta trabajar mucho y a los caballos se les da muchas vitaminas y se les mantiene con una buena nutrición”, comentó.
Martínez montó por última vez el 12 de septiembre del 2010, cuando cayó de los lomos del ejemplar Fair 'n Warmer en la quinta carrera de la programación de ese día en el Golden Gate Fields de California.
Dicho equino le pasó por encima al panameño, lo que le provocó lesiones en la médula espinal y le hizo perder movilidad en sus extremidades inferiores. Ahora está en busca de un tratamiento para volver a caminar.
“Estoy en Puerto Rico para realizar una terapia de estimulación de los nervios. Luego de eso, se considerará la posibilidad de una inseminación de células madres a mi médula”, explicó. “Ese tratamiento, con dichas células, se podría hacer en Estados Unidos o en Panamá.”
Durante su trayectoria, Martínez montó en 1 mil 746 carreras. De ellas obtuvo 271 victorias, 256 segundos lugares y 267 terceras posiciones para registrar 4 millones 177 mil 473 dólares en ganancias.
Pueden ser más.
El preparador de ejemplares de carreras Roberto Arango ha sido testigo de cómo muchos panameños hacen ese salto hacia la hípica estadounidense. Aunque considera que la presencia de los “jockeys” del patio en ese territorio es importante, piensa que puede ser mayor.
“La presencia de jinetes panameños en Estados Unidos es buena y se ha mantenido constante en los últimos años. Estimo que Panamá exporta, al menos, dos jinetes a ese país cada año”, agregó Arango.
Para el adiestrador de equinos, la gestión del trámite para la obtención de las visas de trabajo no es lo suficientemente rápida y eso impide que puedan ir más jinetes panameños hacia ese país norteamericano.
“La Academia de Jinetes Laffit Pincay Jr. debería tener un contacto con la Embajada de Estados Unidos para que les apoye en la obtención de las visas a los jinetes. Además, debe realizar una labor de asesoría a los jóvenes que deseen hacer su carrera en ese país”, recomendó Arango.
Crear una entidad de agentes que observen a los jinetes para llevarlos a Estados Unidos es otra de las alternativas que, según Arango, se pueden considerar para que viajen más “jockeys” hacia ese país.
“Lo que pasa es que muchos de estos muchachos, que son jinetes, son de familias con escasos recursos económicos y eso les dificulta hacer el trámite de las visas”, agregó. “En mi caso, le he tramitado las visas a algunos jinetes sin costo alguno”, indicó.
Arango considera que el aumento de los premios en las carreras del Hipódromo Presidente Remón ha influido para que varios jóvenes látigos decidan quedarse en el país. Sin embargo, las grandes sumas de dinero que se ganan en los eventos estadounidenses siguen siendo un atractivo para muchos de estos conductores de ejemplares de carreras.
“Cuando estos muchachos se van, la vida les cambia por las ganancias que obtienen”, manifestó el preparador. “Por eso debería haber más apoyo para ellos que compiten en nombre de Panamá.”