Las hojas que botan los árboles en el otoño pueden servir de abono para sus plantas, no se deshaga de ellas.

Cuando empiecen a caer, simplemente rastríllelas y amontónelas sobre la tierra debajo de la copa de árboles y arbustos. De esta forma, estará protegiendo las raíces (especialmente la de los ejemplares más sensibles al frío) a la vez que incorpora al suelo un material que, gracias a la acción de la humedad y la microflora, se convertirá en un importante aporte de nutrientes para la planta.

Ya no tiene que comprar abonos, con el simple hecho de reciclar esas hojas, podrá ver florecer otros árboles o flores.