[
Imprimir]


Dejó de trabajar para estudiar
"Zully" se preocupa por sus notas. Todavía no sabe qué carrera estudiar, pero sí que hay que "echar pa'lante". (Foto: Agustín Herrera / EPASA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

"Zully" ya no tiene que ponerse a vender para poder comprar sus uniformes y útiles escolares. Esta menor de 10 años no recuerda el lapso que estuvo en las calles de Panamá Viejo vendiendo tortillas y empanadas para costear sus gastos de la escuela y hasta del sostenimiento de su familia.

Ella cursará el tercer grado en la Escuela Sara Sotillo y expresó que fue una trabajadora social la que la entrevistó para darle una sorpresa, que resultó ser una beca por tres años. Mientras relataba cómo fue esa experiencia, sus ojos brillaban de la emoción y contó con lujo de detalles los trámites que hizo con su abuela en el IFARHU, como si fuera una película. "Pasé por muchos casos difíciles. Soy la mayor de cinco hermanos y mi mamá no trabaja. Hay que echar pa' lante", dijo. Hasta su abuela confesó que dejó de hacer "su negocito" y ahora se dedica 100% a los estudios de su nieta, por lo que su rendimiento académico ha mejorado.

Zully es una de las 8 mil 117 beneficiarias con las becas del programa del Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección a la Persona Adolescente Trabajadora (CETIPPAT) en los últimos tres años, informó Lionel Rodríguez, subdirector de Planificación del IFARHU, quien agregó que la mayoría de estos niños tienen bajos promedios. Sin embargo, reciben el beneficio con el compromiso de los padres de que sus hijos se van a mantener en el sistema educativo. También reciben orientación en deportes, artísticas y cultura, entre otros.

NO PUEDEN

El programa del CETIPAAT les exige a los becarios no fracasar. El IFARHU dice que estos niños son la minoría.





Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2009 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados