
Lance Armstrong
Lance Armstrong
Apoteósico. Es la palabra propicia para describir a Lance Armstrong, siete veces campeón del Tour de Francia, luego de su participación ayer en el Ironman 70.3 de Panamá, en el que quedó de segundo con tiempo de 03:50.55, después del ganador, el neozelandés Bevan Docherty (03:50.13).
En el evento, la curiosidad y algarabía del pueblo panameño se notó por doquier, cuando cientos de eufóricos espectadores abarrotaron el lugar desde muy temprano para presenciar la hazaña en persona de la gloriosa estrella estadounidense que llegó a competir por primera vez en nuestro país.
Una vez alineados para empezar la acción, el pitazo inicial irrumpió el silencio, y Armstrong, como un tritón que reina los siete mares, saltó a las aguas del Canal de Panamá, abriéndose paso entre los demás competidores, para registrar una marca de 19:22 en 1.9 kilómetros de distancia.
Sale del agua, se prepara colocándose el casco y las zapatillas, terminando con los lentes; en un santiamén toma su bicicleta, su arma predilecta y emprende de una manera fastuosa el recorrido.
Una vez sobre su “bici”, la templanza de Armstrong se hizo notar liderando los principales puestos de la punta, para llegar a la etapa de transición con un cronómetro de 2:10:18 en 90.1 kilómetros de manejo.
La adrenalina fue en aumento cada vez más, gritos y vítores de la aficionada retumbaron la carrera, última etapa del torneo.
Armstrong dio su primera pisada y consigo estremeció todo a su paso, como un asteroide encendido rebasó a la mayoría y llegó de segundo a la gran meta, completando 1:17:01 en 21.1 km de corrida.