Sor Lucía, la última sobreviviente de los tres pastores a los que se les apareció la Virgen María en Fátima, en 1917, falleció ayer a los 97 años.

Los restos mortales de la religiosa serán conducidos hoy a la Catedral de Coimbra, ciudad donde vivía en una congregación.

Sor Lucía vivía desde 1948 en un viejo monasterio de Coimbra, que alberga a la orden de las Hermanas Carmelitas, donde dedicaba su vida a la oración y la meditación.

Lucía de Jesús dos Santos nació el 22 de marzo de 1907, y en los últimos años quedó ciega y sorda.

Sor Lucía murió en el convento, dijo una vocera de la orden.

Apenas Lucía tenía diez años cuando dijo haber visto por primera vez a la Virgen María en un campo cerca de la ciudad de Fátima (centro de Portugal) el 13 de mayo de 1917, en una aparición de la que también fueron testigos sus primos Francisco Marto y su hermana Jacinta.

Lucía, la única de los tres niños capaz de oír lo que dijo la Virgen, escribió dos memorias acerca de la serie de apariciones que tuvieron lugar en 1917.