Sentado con un paraguas playero, permanece Felipe Garcí­a con el propósito de vender pastillas, peinillas, entre otras cosas, para poder sobrevivir.

Felipe tiene 72 años, es jubilado y desde hace 10 años tiene ese puestecito de ventas de muchos checheritos, lo que le ayuda a sufragar los gastos cotidianos.

Cuenta Felipe que lo de la jubilación no le alcanza, por lo que decidió vender sus propias cositas y le ha ido muy bien. Exhorta a los que no tienen empleo en estos momentos a que se pongan a luchar "pa´las cosas" y monten su propia empresa, que es la mejor manera de sobrevivir y que al mismo tiempo demuestren que trabajar honra.

Para este panameño, la vida no ha sido fácil; en su juventud trabajó como albañil, con lo que logró hace 17 años ganarse su jubilación.

Se siente orgulloso de todo lo que ha logrado en la vida, porque nunca ha tenido que hacer nada deshonesto para alimentar y criar a sus hijos.

"Con este negocio, a pesar de ser chiquito y en este lugar, donde me mojo o a todo sol, consigo para comer todos los dí­as y algo más, mantengo a mi familia y me hace sentir útil, y no tengo que estar viviendo ni de mis hijos ni de la caridad", dijo Felipe.

"Creo que esa es una de las cosas más importantes que debemos conservar los adultos y es el ejemplo que le podemos dar a la juventud", sustentó.

"Uno nunca en la vida debe darse por vencido, aunque la situación sea muy difí­cil, siempre hay algo que hacer, sólo es cuestión de proponérselo y con fe en Dios lo podemos lograr", aseguró Felipe.

ARTI­CULOS

Felipe vende toallas a B/.0.25, pastillas 3 x B/.0.05, peinillas B/. 0.25.