HISTORIAS
La otra cara

Redacción | DIAaDIA

Hola, soy Edna y quiero compartir contigo esta vivencia. Hubo una ocasión en que salí a una discoteca con mi novio y unos amigos para celebrar mi cumpleaños.

Esa vez bailé mucho, y en la pista me encontré con un chico muy bien parecido. Era como de película y quedé fascinada con él. A pesar de que andaba con "mi futuro esposo", lo abandoné esa noche y me fui a celebrar mi cumpleaños con el galán que acababa de conocer.

Fuimos hasta un hotel para demostrarnos lo que, supuestamente, era un amor a primera vista. Esa noche fue inolvidable para mí y creo que para él también fue de lujo. Lo triste es que hoy sólo cuento con un par de meses de vida, pues esa noche especial, sólo me dejó una desgracia en mi vida.

"Hoy tengo SIDA y lo único que puedo decir ahora es que si tan sólo esa noche le hubiera dicho que NO, hoy mi vida no estaría afectada y podría seguir haciendo planes para festejar mi próximo cumpleaños". Tengo 38 años, soy una mujer destrozada física y emocionalmente. Mi cuerpo es un hostal de huesos y mi cabello que un día fue radiante, es un despojo de unos cuantos mechones sin vida. Dependo todo el tiempo de un tanque de oxígeno, no logro tragar alimento sólidos y me alimentan por sondas. Mis amigos se fueron alejando poco a poco y mi familia casi no viene a verme. "Me rechazan". Jamás supe lo que era ser madre... Recuerda que una persona sana y llena de vida, igual que tú y llamada Edna, está muriendo siendo joven y deseosa de vivir todo, a causa del SIDA. Creo que con este testimonio, ahora para Carnaval, muchos panameños pueden evitar un desenlace fatal en sus vidas.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados